110 euros mensuales y vacaciones pagadas: Italia es el paraíso para los celíacos
Esther Miguel Trula
Resulta que el paraíso de los celíacos está en la tierra del pan y la pasta: Italia está a la vanguardia en cuanto a subvenciones para ciudadanos diagnosticados con la enfermedad celíaca. Según la última actualización del sistema de salud transalpino, cada italiano intolerante al gluten tiene derecho a una ayuda económica suficiente para hacer frente a ese 35% de la dieta que, según las pirámides de una dieta equilibrada, debería estar incluir productos derivados del trigo o el centeno.
El monto varía, pero, para hacernos una idea, los hombres de entre 18 y 59 años el Gobierno les expideun cheque por valor de 110 eurosy a las mujeres de ese mismo rango de edad 90 euros. Los celíacos cuentan, además, con un puñado de días devacaciones extra al añoparacompensarel tiempo perdido en comprar o fabricar alimentos sin este compuesto.
Italia no está sola:hayun puñado de paísesquetambién contemplaestas ayudas, aunque en algunos de ellos las políticas favorecedoras de los celíacos están en retroceso. En Reino Unido el 90% de los celíacos diagnosticados puede solicitar prescripciones de estos productos, que recogerá de forma gratuita en las farmacias, aunque a cambio deberán abonar un extra anual de 104 libras; en Irlanda existe la posibilidad de hacerse deducciones en la declaración de la renta; Alemania ofrece ayudas mensuales de 72 euros para los desempleados que cuenten con esta condición; en Noruega hay una subvención directa de entre 104 y 207 euros sin demasiadas condiciones… Las fórmulas son muy variadas.
¿Tanto le cuesta la comida a un celíaco?Según los cálculos españoles, al de nuestro país le saldría la cesta de la comprapor 100 euros mensualesextra, en torno a un tercio más cara que al ciudadano sano medio. Eso es así porque cada equivalente gluten-free del producto que sí lo lleva es, de media,un 83% más caro. Si el paquete de Pan Bimbo son 2 euros, el pan de molde al celíaco le cuesta 3.70. Para algunas familias desfavorecidas estamos hablando de un reto considerable. Las asociaciones de celíacos y sensibles al gluten de todo el mundo llevan años reclamando este tipo de medidas.
El mercado está mejorando:aunque ya en los años 50 se sabía de la existencia de la celiaquía, su índice de diagnósticos es posible que siga siendo más bajo que el real, y eso provoca que, aunque a día de hoy en los países desarrollados se habla de entre un 1 y un 2% de celíacos (es decir, como 600.000 españoles),sus diagnósticos siguen aumentando. Con los diagnósticos, la adquisición de los productos sin gluten, y con el aumento de mercado el abaratamiento de los costes. Entre 2019 y 2020 el gasto de los españoles eneste segmentoaumentó en un 13%. Según los estudios, si hemos dicho que a día de hoy el producto medio autorizado es un 83% más caro que el que sí lleva gluten, hace apenas 13 añoscostaba un 140% más.
¿Y España?Comoles gusta defendera estas asociaciones, para un celíaco estos productos no son un capricho alimenticio, son su medicamento. Navarra, Extremadura y País Vascocontemplan algunas ayudaspara la alimentación asequible de este segmento, especialmente enfocadas a los ciudadanos con pocos ingresos. Ahora bien, puede que nuestro país se retire de esta carrera antes de haberla empezado: debido al recorte de los presupuestos está imperando en Europaun movimiento de restricción de estas partidas.