240.000 muertos y un billón de dólares después, Afganistán vuelve a estar en manos de los talibanes

Andrés P. Mohorte

A esta hora de la mañana, el ejército insurgente talibán se encuentra a escasos87 kilómetrosde Kabul, capital de Afganistán y última línea de defensa del gobierno constituido y defendido por Estados Unidos. Su caída es ya cuestión de días, no de semanas. La progresiva retirada de tropas anunciada por la administración Trump primero y por el ejecutivo deBiden despuésse ha saldado con el inevitable avance de los talibanes. Veinte años después, Afganistán vuelve al punto de partida.

La situación. La retirada de tropas ha vaciado de poder militar al gobierno afgano, muy débil. Sólo en julio, días después de que los efectivos británicosabandonaranel país, las fuerzas talibanes capturaron cinco grandes ciudades en apenastres días. Estos mapasde la BBCilustran con claridad la rapidez de su avance: si a mediados de julio controlaban 90 distritos, a mediados de agosto eran ya 132.Seis de los docepuntos fronterizos más importantes de Afganistán son suyos.

En 2013, apenas una docena de regiones estabanbajo controltalibán.

Las muertes. Estados Unidos y una coalición internacional sancionada por Naciones Unidas invadió Afganistán en las semanas inmediatamente posteriores al 11S. La guerra se ha extendido a lo largo de veinte años, la más larga en la historia estadounidense. Ha sido sangrienta: las cifras más generosas hablande 240.000fallecidos entre civiles, soldados e insurgentes talibanes; otras reducen el conteo alos 170.000 muertos. Alrededorde 50.000civiles habrían perdido la vida.

Los costes. Al igual que las víctimas mortales, también son difíciles de contabilizar. Hace tres años, el Departamento de Defensaestimó en 1,3 billonesde dólares el gasto destinado a todos los conflictos bélicos abiertos tras el 11 de septiembre de 2001. Es mucho dinero, pero sólo es una parte del total.Aquí se ofrecenotras cifras: entre 2010 y 2012 el Congreso presupuestó unos $100.000 millones anuales sólo para Afganistán; disparando el coste total entre 2001 y 2020 a los $978.000 millones (Afganistán y Pakistán, donde Estados Unidos tiene sus principales bases, incluido).

Pero una guerra no sólo es el suelo de las tropas o la inversión en helicópteros. También son pensiones para los veteranos, intereses de la emitida para pagar armamento o subcontratas. El Instituto Watson cuentacon un informemuy completo y exhaustivo donde se dispara el coste de la guerra afgana a los 2,2 billones de dólares. Sumando Irak, Yemen, Siria y otros conflictos, Estados Unidos se habría gastadounos 6 billonesde dólares desde 2001 y hasta nuestros días. Casi nada.

The#Talibannot only seized appr. a hundred US humvees and (MaxxPro) MRAPs at Kunduz airport, but also several US ScanEagle drones.Billions of US tax payer $ going to Islamist extremists, thanks to the administration’s hasty withdrawal without a peace deal or follow up mission.pic.twitter.com/Fb5MTpdLKK

¿Para qué?En muchos lugares, para que elstatus quosea idéntico al existente en 2001. EEUUnunca derrotódel todo a los talibanes. Tanto ellos como sus aliados lograron confinarlos a la lejanía de las montañas, pero no erradicaron ni su llama ideológica ni su capacidad operativa. Los costes de una guerra que seya han combatidopadres e hijos han llevado a una retirada precipitada y a un fracaso sin paliativos. Afganistánserá talibánen septiembre de 2021 como lo era en septiembre de 2001.

Dejando atrás. Hay muchas incertidumbres. En torno alos traductoresy colaboradores con la administración afgano-americana, en torno alos refugiados, en torno a lo que implica el regreso talibán para la región. Pero hay una certeza: los talibanes regresarán en plenitud. En la retirada estadounidense, se están haciendo conhelicópteros Mi-8/17, humvees y (MaxxPro) MRAPs (vehículos militares de alta tecnología), drones ycon todo tipode armamento abandonado.

Vuelven. Y más armados que antes. A estas alturas, Estados Unidos ya sólo tiene un objetivo: evitaruna vergonzosa evacuaciónde su embajada ante la inminente llegada de los talibanes a Kabul. Veinte años que lo cambiaron todo para que muy pocas cosascambiaran.

Imagen: Reuters

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