300 contagios falsos en La Gomera: así quiere escapar España al fracaso de las apps de rastreo
Andrés P. Mohorte
Un problema ha traído de cabeza a las autoridades sanitarias de todo el mundo desde el inicio de la pandemia: ¿cómo localizas a los posibles infectados? El elevado porcentaje de contagiadosasintomáticos, capaces de transmitir la enfermedad sin mostrar señales, ha planteado un auténtico laberinto técnico, político y humano. Muchos países han recurrido a apps capaces de trazar contactos y prevenir brotes.
España probará la suya ahora.
¿Dónde?En La Gomera, mediante una prueba piloto diseñada por el gobierno central. Su funcionamiento teóricoes simple. 300 personas computarán como “positivos falsos” por coronavirus, señuelos anónimos que circularán libremente por la isla. Cuando una persona pase más de 15 minutos a menos de dos metros de distancia de uno de loscontagiados, la app lo detectará. Y el sistema le informará de ello mediante un SMS.
Condiciones. Para que el ensayo tenga éxito será necesario quemás de 3.000 personasse descarguen la aplicación. Como hemos visto en otros países, este es el principal problema que han afrontado todas las aplicaciones de rastreo. Dado que su implantación es voluntaria, un alto porcentaje de la población sencillamente hace caso omiso. Lo que reduce enormemente su efectividad al pasar por alto miles de potenciales contagios entre enfermos asintomáticos.
Porcentajes. El casode Islandiafue muy significativo: se trata de un país diminuto y muy homogéneo, y pese a ello tan sólo el 40% de sus habitantes descargó su aplicación. En Singapur, nación a la vanguardia tecnológica, no llegóal terciode sus residentes.En Noruegano pasó del 10%. Yen Francia, tras más de 2 millones de descargas iniciales, unos 460.000 usuarios la borraron de sus móviles. Una penetración muy baja.
Incluso en la India, donde las autoridades hicieronobligatoriala descarga de su aplicación, Aarogya Setu, tan sólo se registraron 100.000.000 de usuarios… Sobre una población total de 1.300 millones. No sólo se trata de problemastécnicossino también sociales y políticos, desde la brecha tecnológicaal recelode sus habitantes al control gubernamental.
El reto. ¿Podrá solventar España estos problemas? En lo técnico, sí. La prueba piloto de La Gomera funcionará como la mayoría de aplicaciones ya desplegadas en Europa,mediante Bluetooth. Cuando dos dispositivos pasen un determinado tiempo próximos entre sí, quedarán identificados mutuamente, y los rastreadores podrán utilizar el historial de paciente reconocido para encontrar a posibles contagiados.
En lo social, está por ver. El gobierno ha optado por La Gomera por varios motivos. Primero, se trata de un entorno pequeño y acotado; segundo, lleva dos meses sin un sólo positivo, lo que permitirá concentrar esfuerzos en el estudio del brotesimulado. Siempre y cuando 3.000 vecinos (13% del total) la descarguen y la utilicen “correctamente” durante dos semanas. A partir de aquí, las autoridades evaluarán si la extienden a toda España.
Boli y papel. A las múltiples barrerasafrontadaspor las app hay que sumar las trabas legales y de privacidad, yaadvertidaspor la Comisión Europa a cuenta del “mapa de movimientos” esbozado por Finlandia o República Checa. Todo esto ha hecho que el rastreo manual (boli, papel y teléfono) se haya convertido en el instrumento clave de los estados en la persecución del virus, como el casoislandésocoreanoatestigua.
En España, el número de rastreadores sigue siendo bajo (apenas 2.000).Este reportajede Xataka explora el día a día de uno de ellos. Son la clave para que la desescalada sea un éxito. A la espera de lo que la app de La Gomera pueda contarnos.
Imagen:dronepicr/Flickr