Javier Pastor
Durante la charla inaugural de la WWDC 2021 Apple habló dePrivate Relay, su nueva tecnología dirigida a proteger nuestra privacidad. Con ella es posiblehacer que nuestros datos de navegación sean opacosal resto del mundo, lo que permite efectivamente proteger esas transmisiones.
El problema de dicha opción es que estará disponible en casi todo el mundo, pero no en China, dondeuna vez más la empresa de Cupertino se pliega a las condiciones que marca el gigante asiático. La decisión resulta desde luego discutible.
Poderoso caballero es don dinero
Es evidente que como destacabanen ReutersChina es un mercado muy importante para Apple, pero también lo es que la defensa a ultranza de la privacidad que siempre hace la compañíaestá condicionada a la región del mapa donde uno se encuentre.
El régimen chinoregula fuertemente el acceso a internet y a tecnologías como VPNs(Virtual Private Networks), y esa es precisamente una de las razones por las que Private Relay —que es en esencia una VPN— no estará disponible para los usuarios del ecosistema de Apple en ese país.
De hecho yaen 2017Appledecidió eliminar varias aplicaciones de servicios VPNde la App Store, una muestra más de cómo China le apretaba las tuercas a Apple (y a otras muchas empresas).
Con Private Relay se cifra el tráfico generado por el usuario y se envía de forma que nadie pueda ver el contenido de los datos de navegación. Según los responsables de Apple, ese tráficoqueda oculto tanto a los proveedores de servicios de internet (ISPs) como a los anunciantese incluso a la propia Apple.
Sin embargo esa opción no estará disponible en China —tampoco en Arabia Saudí, Bielorrusia, Colombia, Egipto, Kazajistán, Sudáfrica, Turkmenistán, Uganda y Filipinas—, y esovuelve a revelar el trato de favorque exige el gigante asiático para que Apple pueda operar allí.
China y los tratos de favor
Esas condiciones especiales y ese trato de favor han sido analizados con profusiónen The New York Times. Allí se explica cómo la entrada en China fue vital para convertir a Apple en lo que es hoy:prácticamente todos sus productos se ensamblan allíy una quinta parte de sus ingresos, aseguran en el diario, provienen de este país.
Las concesiones son muchas, y es significativo el hecho de que Apple haya retirado de la trasera de sus iPhone el eslógan “Designed by Apple in California”. Más preocupante es el hecho de queApple ya aceptó que los datos de los clientes chinosse almacenasenen servidores en China.
Que esos datos hayan acabado allí ha provocado algo también sorprendente:Apple ha proporcionado los datos de un número no especificado de cuentas de iCloud al gobierno chinoen nueve casos, y solo ha tratado de rebatir tres peticiones gubernamentales según el NYT.
Esa decisión contrasta con laférrea negativaque Apple dio al FBI cuando éste pidió a la empresa de Cupertino ayuda para desbloquear el iPhone en la investigación de un asesinato.La empresa jamás cedióy el FBI tuvo queaveriguaresos datospor otra vía.
Nicholas Bequelin, director de Amnistía Internacional en Asia, explicaba cómo “no ves resistencia de Apple al comportamiento del gobierno chino. No tiene un historial de defensa de los principios a los que Apple dice estar tan apegada”.
Esa actitudcontrasta de hecho con la guerra comercial que sostienen Estados Unidos y China, algo que le ha salido muy caro a fabricantes chinos como Huawei pero que no ha tenido impacto en el caso de Apple.
Ese favoritismo también queda claro en la actitud de censura de Apple en la versión china de la App Store, donde según el NYT la firma de Cupertinoha hecho que desaparezcan “decenas de miles de aplicaciones en los últimos años, incluyendo medios de comunicación extranjeros, servicios de citas para gays o aplicaciones de mensajería cifrada”.
Todo ello hace ver que la postura de Apple en materia de privacidad no es la misma en China que fuera de ese país. No solo eso: ademáspone de relieve un debate que desde luego no deja en buen lugara la empresa dirigida por Tim Cook.