China permitirá tener tres hijos. Pero tras 40 años de política del “hijo único”, ser padre ya no interesa
Esther Miguel Trula
El medio estatal Xinhuaha anunciadoque, tras una reunión del Comité Central del Partido Comunista Chino, el presidente Xi Jinping ha anunciado quese permitirá que cada pareja tenga hasta tres hijos, lo que marca el final de la política de dos hijos quese implantó en 2015y que sustituía a la norma de hijo único vigente desde 1979.
El anuncio se ha hecho como respuesta a la publicación del 11 de mayo de la Oficina Nacional de Estadísticas delcenso de 2020. El país fabrica estos informes cada diez años, y los resultados no han sido los esperados: los políticos pensaban que con la libertad de tener dos hijos por pareja habría un boom de natalidad, y aunque hubo un ligero repunte en 2017, desde entonces no ha parado de caer.
El ratio de fertilidad del país está actualmente en 1.3 hijos por mujer(muy lejos de la tasa de reposición del 2.1 hijos por mujer), haciendo así a China compañera de tabla de los países menos fértiles del planeta, como Corea del Sur, Singapur o España. Se encuentran en su punto de nacimientos más bajo desde 1961, después de una dramática hambruna.
El problema, el de siempre:la inversión de la pirámide poblacional. Hoy hay un 18.7% de población de 60 años o más cuando diez años antes éstos representaban el 13.3%. El pronóstico de sus estadistas es que pasen a ser un 33% para 2050, y otro informe de 2019 de la Academia China de Ciencias Sociales dijo que, de mantenerse las ayudas sociales y la natalidad actual, es probable que el fondo de pensiones estatalse quede sin dinero para 2035.
Carreras exitosas, mujeres libres, gobernantes corruptos
Hay undiagnóstico compartido con los países desarrollados. A medida que una nación prospera tanto a nivel económico como en el grado de educación de sus ciudadanos, sus miembros pierden el interés por procrear, aunque al ser encuestados, los chinosdan las mismas razones personalesque los occidentales para su renuncia a la paternidad, a saber: el aumento de los costos de vida y las mayores dificultades para alcanzarsalarios dignos.
Pero hay al menos dos factores añadidos distintos. Según varios expertos, la política del hijo único (que, ojo,no se aplicaba de igual formaa todos sus miembros, por ejemplo en los entornos rurales se podían tener dos) provocó uncambio cultural y de mentalidadde las nuevas generaciones: los adultos chinos de hoy crecieron siendo el centro de atención, en contextos conmuchos adultos para criarles, padres, madres, tíos o abuelos, así como un desarrollismo nacional que hoy se está desacelerando. Se inculcó a los niños y a las niñas el poder valerse económicamente por sí mismos, potenciar su carrera profesional, y la maternidad, así como el matrimonio,dejó de ser un ciclo vital necesario a ser una elección. Durante 40 años los ciudadanos oyeron cómorefrenar el instinto de procreación era buenoy los efectos que ello ha provocado en su ideología no debe desmerecerse.
El otro factor de diferenciación es lapatológica desconfianza institucionaly la mayor exigencia de garantías para el bienestar de los niños. En 2018 se destapó un escándalo por el que se descubrió quecientos de miles de dosis de las vacunas infantilesestándar (hepatitis b, tétanos, etc) ya inyectadas y que habían sido fabricadas por una compañía farmacéutica que había recibido el visto bueno del estado habían salido defectuosas, noticia que dio la vuelta al continente. Es habitual que familias de clase media compren la leche en polvo, pañales o los juguetesa conocidos en países europeos o americanosporque no se fían de los productos autóctonos. También en 2017 se desveló que una guardería de alto nivel también apoyada por el aparato estatalhabía incurrido en abusos infantiles continuados. Había niños con marcas de agujas en sus brazos.
Si no te gusta la tendencia, cambia (literalmente) la conversación
Se cree que la aprobación de esta política de tres hijos no solucionará por sí sola el desafío demográfico. Los analistas consideran que hay mucho que hacer en el terreno social: aunque sobre el papel la discriminación de las madres trabajadoras no existe,la realidad laboralestálejosde confirmar esto. Además, la política de tres hijos se circunscribe a la pareja, y a día de hoy lasmujeres solteras y/o que no están casadasson castigadasde distintas formas, como por ejemplo la prohibición del acceso a las tecnologías de congelación de óvulos y reproducción asistida. Fomentar la natalidad de madres solteras y deparejas homosexuales, así como la concesión de mayores ayudas, serían los siguientes objetivos obvios. También elfomento de la inmigración.
Pero Chinano parece muy por la laborde perseguir estos cauces, que en realidad no le gustan. ¿Otra opción? Un mayor control ideológico y la promoción de una vuelta a los valores tradicionales que induzcan a las mujeres a abandonar sus carreras profesionales y retornar al hogar. Por el momento ya se está viendo algo depromoción de estos valores por vía online, así como larepresión de movimientos feministas.