Javier Pastor
Google sorprendió a todos ayer con el anuncio preliminar de losPixel 6 y los Pixel 6 Pro. Los nuevos smartphones tienen un diseño singular yprometen mejoras claras en áreas como la fotografía, pero su característica más destacada era otra.
Se trata del debut delGoogle Tensor, un SoC desarrollado por Googleque le permite no depender de los tradicionales chips de Qualcomm y que plantea un futuro similar al que el M1 ha supuesto para Apple. Con esos chips Google gana mucho control, y eso tiene consecuencias potenciales muy interesantes. Veámoslas.
El Tensor de Google nos recuerda al M1 de Apple
Los rumores que apuntaban a que Google estaba trabajando en un chip propio vienen de lejos.El nombre en clave de ‘Whitechapel’fue desvelado hace más de un año, y ya entonces se esperaba que estos SoC fuesen utilizados tanto para los futuros Pixel como para algún Chromebook.
Son muchas las incógnitas que rodean al nuevo chip de Google, pero lo que está claro es que con él la empresapuede prescindir de los SoC de Qualcommque venía utilizando hasta ahora en sus móviles o de los chips de Intel que por ejemplo han poblado muchos de sus Chromebook.
Eso plantea un futuro realmente interesante para Google, sobre todo porque contar con un chip propio nos hace pensar inevitablemente en una analogía clara: el Tensor de Google puedeplantear un futuro similar al que plantea el M1 de Apple.
Muchas ventajas claras, pero una desventaja preocupante
El mercado de los semiconductores está de lo más animado desde el anuncio de losM1 por parte de Apple, y parece que los grandes de la tecnología se han dado cuenta de que lo detener chip propio puede estar realmente bien.
Es desde luego lo que parece tras ver cómo la tendencia en el mercado de los móviles —Huawei, Samsung y Apple llevan años haciendo chips a medida para sus smartphones— podría trasladarse al mundo del PC. Google apunta a ello con los chips Tensor, pero no está sola eincluso Microsoft parece estar trabajando en sus propios chips ARMpara servidores e incluso para sus Surface.
Las implicaciones son realmente llamativas yprobablemente Intel y AMD estén cada vez más preocupadas—como Qualcomm o MediaTek, lógicamente—, pero en el caso de Google todas esas ventajas que plantea este nuevo desarrollo se enfrentan a un peligro.
El peligro no es otro que el de su relación con el resto de fabricantes, tanto de móviles como de Chromebooks.De repente Google pasa de ser una aliada a una peligrosa competidoracon un chip que controla y que puede acabar siendo mejor que los desarrollados por Qualcomm o MediaTek.
Quizás no en rendimiento, pero probablemente sí en eficiencia y enesa posibilidad de que Google “favorezca” su chip para que se comporte mejor con Androidde lo que lo hacen por ejemplo los Snapdragon 8888. Eso pondría a los Pixel en una situación incómoda, porque si Android tiene la cuota de mercado que tiene es gracias a todos sus socios, que han convertido a esta plataforma móvil en la más popular en todo el mundo.
Ahora las Samsung, OnePlus, Xiaomi o Vivo del mercado pueden ver con malos ojos esa noticia, y será interesante ver cómo gestiona Google ese conflicto de intereses:¿está Google tirándose piedras a su propio tejado en forma de chips Tensor?Lo descubriremos en los próximos meses.