Cuatro potentes editoriales demandan a Internet Archive: argumentan que violan los derechos de autor “a escala extraordinaria”

Anna Martí

DeInternet Archivehemos hablado bastante al ser una de las opciones más variadas y completas de cara a obtener ciertos recursos de la red, como pueden ser imágenes,música,juegoso libros entre otros muchos. Pero una biblioteca de tal magnitud no escapa a las acusaciones en ámbito de losderechos de autor, y ahoracuatro grandes editoriales han demandando a Internet Archivepor supuestamente haber violado las leyes en este sentido.

Un problema al que llevan años enfrentándose, en ocasiones conacusaciones falsas, y que ahora parte de cuatro importantes casas editoriales de Estados Unidos. La demandase ha cursadoa través del Tribunal Federal de Nueva York y se basa en el hecho dehacer públicas copias escaneadas de librosy de por tanto “violar la Ley de Derechos de Autor” (Copyright Act), según argumentan.

El hartazgo de los demandantes

Internet Archive (IA) se sumó a esaavalancha de contenidos gratuitosque hemos podido disfrutar durante las semanas deconfinamientopor elcoronavirus. Concretamente, dispuso de manera gratuita1,4 millones de librosalsuspender las listas de espera para sus copias digitales, una cola que hacen (y harán cuando se acabe esta oferta) para respetar los derechos de autor (al prestar los libros electrónicos tan sólo a la cantidad de personas como licencias de ese libro tenga).

Pero pese a ser algo temporal según dijeron, al menos parte de los editores no han visto con buenos ojos esta maniobra, y ahora que los estados de cuarentenavan diluyéndoseen algunos países por la desescalada (entre los cuales están algunos estados de EE.UU.) es cuando han interpuesto la demanda que citábamos. Las casas editoriales sonPlaintiffs Hachette Book Group, HarperCollins Publishers LLC, John Wiley & Sons y Penguin Random House LLC, que argumentan que “sin ninguna licencia ni pago a los autores/editoriales, IA escanea libros impresos, sube dichas copias ilegales a la sus servidores en la red y distribuye textualmente copias digitales de los libros”, a una escala “extraordinaria” y aludiendo a los dominiosOpen LibraryyArchive.org.

Es decir, su punto es quedistribuir todas estas copias de los libros infringe el Copyright Act. Algo que apoyan desde laAsociación de Editoriales Estadounidenseya que, según palabras de su presidenta Maria A. Pallante, “parece claro que IA pretende aporrear el marco legal en torno a las inversiones y transacciones en el ámbito de los derechos de autor en la actualidad”.

La decepción del demandado

Brewster Kahlo, fundador de IA, declaraba aArs Technicaque “como biblioteca, IA adquiere libros y los presta, como siempre han hecho las bibliotecas”. Cataloga la demanda de “decepcionante”, añadiendo que en una situación en la que no puede accederse a los colegios, bibliotecas y demás sitios públicos donde se consultarían o prestarían los libros, esta demanda “no favorece a nadie”.

Ante esta situación falta vercómo responde IA, dado que en principio la distribución de copias de libros sin el permiso del autor sí es algo ilegal. Podrían ampararse en el argumento que se ha usado anteriormente para buscadores de libros (una doctrina de la Ley de Derechos de Autor estadounidense llamadafair use) remarcando la excepcionalidad de la medida que comentábamos antes por la cuarentena, si bien son casos muy distintos dado que un buscador no permite leer la obra como sí ocurre con IA.

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