De la broma de freír huevos en un procesador a la realidad de calentar tu casa mientras minas criptodivisas

Javier Pastor

¿De verdadse puede freír un huevo en un procesador?La eterna broma que se hacía al hablar de las temperaturas que alcanzan algunas CPUs no lo era tanto cuando varios estudiosdemostraronque aunque difícil, eso ciertamenteera posible(pero no demasiado recomendable).

El calor disipado por CPUs y tarjetas gráficas normalmente se trata de controlar con sistemas de refrigeración, pero hay quien aprovecha ese calor de formas ingeniosas. De hecho lo decalentar el hogar en el frío invierno mientras minas criptodivisas vuelve a estar de modaaunque la idea, como veremos a continuación, no es en absoluto nueva.

Las chimeneas están bien, pero un servidor de minería de criptodivisas no pinta nada mal tampoco

Christian Hascheck comenzó hace poco amonitorizar cuánto le costaba calentar su casa. En su sistema de ventilación hace uso de una bomba de calor que coge aire del exterior, lo calienta y lo distribuye a todas las estancias de las casas, pero además lo usa para calentar el agua.

De repente se dio cuenta de que precalentar el aire era una idea interesante para ahorrar el gasto de electricidad que impone esa bomba de aire, así que, ¿qué podía usar para ese precalentamiento? Ahí es donde se le ocurrió reaprovechar una idea que ya hace tiempo se extendió entre los mineros independientes de criptodivisas:usar sus máquinas de minado para este propósito.

Los ‘mining rig’ o máquinas de minado suelen constar de varias tarjetas gráficas colocadas en un chasis “al aire” que favorece la refrigeración de unos componentes que trabajan a destajo constantemente para minar criptomonedas como Ether oMonero.Hascheck tenía cuatro viejas AMD R9 390 que no son especialmente eficientespara minar criptodivisas, pero que quiso aprovechar para hacer un experimento.

Así fue como montó un servidor de minado que consume 900 W y que según lascalculadoras de minadopermitía generar 12,34 dólares al día, a los que había que restar los 3,84 dólares/día de la energía consumida. Lo mejor de todo es que precisamente ese consumo de energíaen realidad permitía generar calor suficiente para precalentar ese aire de su instalaciónde forma decente.

Tras montar el sistema se dio cuenta de cómo su máquina de minado no solo cubría parte de su factura de electricidad (que a su vez usa en parte para calentar su casa), pero además era capaz dereducir las necesidades de su bomba de aire a la mitadgracias a que esa máquina permitía precalentar el aire.

Una idea que no es en absoluto nueva

El experimento de Hascheck no es en absoluto nuevo, pero ha vuelto a cobrar sentido ahora que las criptodivisas están a valores récord. Hascheck estimaba que su servidor de minadoseguiría siendo rentable mientras los Ether (ETH) no bajaran de 900 dólares(están a 1.470 dólares en el momento de escribir esta noticia), y ciertamente en los inviernos una idea así parece cobrar mucho sentido.

Otros usuarios hicieronalgo parecidoen el pasado y siguieron así la estela de todas esas noticias en las que pudimos comprobar cómo minar criptodivisasaguzaba el ingeniode quienes intentaban sacar el máximo provecho de esa tarea.

Asífue como se destapóa quienes estabanusandono ya máquinas (¡o supercomputadores!) de otros para minarsin que se enteraran—¿recordáiscuandose puso de moda para monetizar sitios web?— sinoincluso coches de Tesla(o ya puestos,servidores de la empresa) o, por qué no,centrales nucleares.

Ese radiador no es un radiador

Varios fueron precisamentelos movimientosde gobiernos y ayuntamientos orientados aterminar con esa especie de “barra libre” de electricidadque ha hecho que ciertos países se conviertan enclaros destinosde granjas de servidores de minería por esa electricidad barata.

Lo de usar servidores e incluso granjas de minado para calentar nuestros hogares, como decíamos, no es nuevo. Una startup canadiensepresumió a finales de 2018de hacer precisamente eso pero ya en 2011 usuarios expertosdejaban claroqueusar la minería de criptodivisas como fuente de calor era perfectamente posible.

De hecho si uno tiene en casano ya un servidor de minado sino un servidor suficientemente potente, puede también redirigir el calor disipado por ese sistema y aprovecharlo para calentar su hogar. Es lo que desde hace añoslleva haciendo Michael Larabel, el conocido creador de Phoronix, un medio que a menudo evalúa el comportamiento de todo tipo de hardware con distintas pruebas exigentes que hacen que todos esos componentes consuman mucha energía pero también disipen suficiente calor para calentar su casa.

Hay fabricantes quede hecho han aprovechado la idea de forma comercial. Como me comentaba un usuarioen Twitteral compartir el enlace de Hascheck, la empresa francesaQarnotfabrica radiadores-ordenadores con mucho estilo. SuQH•1es un perfecto exponente de esta idea, pero si queréis algo más potente el QB•1 es un “rack” que actúa como un calentador de agua gracias al calor disipado por 24 servidores.

Las propuestas para usar ordenadores como fuente de calor para los fríos inviernosson múltiples. Ya en 2011un estudiode Microsoft y la Universidad de Virginia apuntaba a cómo el calor disipado por la industria TIC en EE.UU. serviría para calentar la mitad de los hogares del país.

Quienes han intentado explotar esa ideano han tenido demasiado éxito. Le ocurrió al Project Exergy quefracasó en Kicstarter, perotambién fracasóla startup holandesa Nerdalize, que pretendía usar servidores para calentar una serie de hogares.

Donde esas ideas fracasaron, no obstante, los ‘mining rig’ que “fabrican dinero” mediante la minería de criptodivisas parecen estar convenciendo a algunos usuarios, queno solo calientan sus hogares, sino que además rentabilizan esa inversión… mientras el mercado siga batiendo récords, por supuesto.

Y es que ya se sabe:cuando bitcoin cae a plomo,hasta los grandes emporiosde minería de bitcoin en Chinaapagan máquinase inclusolas reciclan.