El agujero negro que desafía todo lo que sabemos sobre la vida de las estrellas: un objeto descubierto en 1964 puede dar la puntilla a los modelos actuales
Javier Jiménez
Se llama Cygnus X-1 y, con sus 21 masas solares, esotro de esos agujeros que no dejan de salirle no ya al Universo que también, sia nuestras teorías sobre los procesos de formación y evolución estelar. De un tiempo a esta parte nos es difícil mirar las estrellas como las mirábamos antes.
Y es que, en última instancia,la masa de los agujeros negros estelares está determinada por la estrella madre. Es decir, está limitada por la masa que esta va perdiendo a lo largo de su vida en eso que llamamos vientos estelares. De ahí que, tal y como confirmaban nuestras mediciones debinarias de rayos xconocidas, se pensara que estos agujeros negros no podían tener más de 20 masas solares. De hecho, lo más grande que habíamos encontrado en binarias estaba entre las 15 y 17.
Agujeros, estrellas y viceversa
A finales de 2019,nos dimos de bruces con LB-1, un agujero negro con una masa 70 veces mayor que el Sol, ydesde entonces los teóricos de la formación estelar no han tenido más que malas noticias.
Malas noticias que Cygnus X-1 no hace sino agravar porque se trata de un agujero muy bien estudiado que se encuentra en nuestra galaxia y laconfirmación por parte del equipo de James Miller-Jones y su equipode que tiene una masa de 21 solessolo nos confirma que hay algo que no estamos entendiendo bien. Y ahora tenemos pruebas electromagnéticas.
Es decir, ya no es un hecho aislado, ni un problema de ciertos instrumentos concretos: es un desafío a los modelos actuales sobre la vida de las estrellas porque, según los autores, para que exista un agujero negro de este tamaño en la Vía Láctea,éstos están fallando de forma considerable.