El anuncio de Nike es una oda al compromiso. Excepto en su relación con la explotación de los uigures

Andrés P. Mohorte

Nike acaba de lanzarun anuncioelogiado por doquier, ya sea en las redes sociales oen los medios. Se trata de una oda a la perseverancia, la resistencia y la unidad en tiempos de diversidad. El montaje, caracterizado por dos planos superpuestos en todo momento y acompasado por un ritmo frenético y una música de tintes épicos, lo ha convertido en un éxito inmediato, realzando el carácter comprometido de la firma.

Un carácter desdibujado por otros acontecimientos.

Investigación. Al día siguiente del lanzamiento del anuncio, el gobierno de Estados Unidosanunciabala imposición de sanciones al Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang, una estructura paramilitar y económica dotada de capacidad administrativa en la provincia de Xinjiang, la única mayoritariamente musulmana (uigur) de China. La Administración Trump se amparaba en lasistemáticaviolación de los derechos humanos dentro de la región, un asunto de larga trayectoria.

Consecuencias. ¿Qué relación tiene esto con Nike? Las sancionesimpidena cualquier empresa estadounidense entablar relaciones comerciales con el Cuerpo, cuya actividad económica es extensa. Sus exportaciones anuales a Estados Unidos superan los $43 millones, cifra que no tiene en consideración el amplio volumen de bienes producidos por otras empresas chinas a partir de sus materias primas (bienes que en última instancia y en muchos casos terminan en el mercado doméstico estadounidense).

Qué materias. El Cuerpo supervisa y administra diversos sectores de la economía uigur, si bien uno de ellos reviste especial importancia: el cultivo de algodón. Sólo en 2019 produjo más dedos millonesde toneladas métricas, un tercio del total nacional. China es eltercerproductor mundial de algodón, y sus exportaciones abastecen a la industria textil de todo el planeta. Son numerosas las multinacionales que se benefician del algodón uigur, entre ellas Adidas, H&M, Patagonia… O Nike.

Controversia. Es aquí donde los caminos de ambas historias se cruzan. Las autoridades chinas llevan décadas aplicando una políticarepresivaen Xinjiang, destinada a “chinificar” a sus habitantes,túrquicosy musulmanes. Es sabido que alrededor de dos millones de personas han pasado por campos dereeducación, y que muchos de ellos son utilizados como mano de obra forzosa por las empresas controladas por el Cuerpo. La actividad de grupos terroristas ha llevado a Pekín a redoblar su dureza,aplacando"la infección ideológica" uigur por la fuerza.

Trabajo. Hace dos semanas, 180 organizaciones pro-derechos humanosdenunciaronla connivencia de un grupo de multinacionales textiles, Nike entre ellas, con la explotación del pueblo uigur.Se creeque más de 80.000 uigures han sido trasladados desde Xinjiang a otros puntos de China. Allí son empleados forzosamente en fábricas textiles que, más tarde, abastecen a la industria global. Una de cada cinco piezas de algodón vendidas en todo el mundo provendrían de empresas chinas implicadas en la explotación uigur; empresasasociadasa multinacionales occidentales.

Situación. Tales trabajadores serían hacinados en residenciassegregadas, estarían obligados a aprender y utilizar el mandarín en detrimento de su lengua materna, seríanobjetode “entrenamientos ideológicos”, estarían vigilados de forma permanente y no tendrían permitido participar en ritos religiosos musulmanes. Las autoridades chinasniegantales prácticas, si bien su política en Xinjiang ha sidodenunciadapor Naciones Unidas y oros organismos. Lo que incluye a Nike.

Defensa. En marzo, la compañíaanuncióque revisaría su relación con los proveedores relacionados con la explotación de los uigures: “Nike sigue dedicada a una producción ética y responsable, y estamos profundamente comprometidos en asegurar que las personas que hacen nuestros productos son respetadas”. Su código de conducta (PDF) le prohíbe beneficiarse del trabajo forzado. Pese a ello, al menos 600 uigurestrabajanpara una compañía china, Qingdao Taekwang Shoes, que produce más de 7 millones de pares de Nike al año (entre ellas las populares Air).

Por el momento, las multinacionales relacionadas con el algodón uigur nohan logradoterminar con los abusos laborales de las empresas chinas, y muchas se siguen beneficiando de ellos. Pese a que sus anuncios apunten a todo lo contrario.

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