El Banano, los Mindolos y 2.500 plantas de marihuana: la mejor historia de la cuarentena sucedió en Granada
Andrés P. Mohorte
España no tiene su propiaThe Wire, ni siquiera su versión castizadeGomorra, pero es probable que no la necesite. Sus calles acumulan el suficientedramatismo narrativocomo para ocupar los desvelos de millones de españoles, WhatsApp mediante, a lo largo de varios días, jornadas de confinamiento y aburrimiento generalizado en las que una pequeña historia de Granada ha devorado la atención del país.
Hablamos, obviamente, deEl Banano, los Mindolos y las 2.500 plantas de marihuana halladas por la policía en Almanjáyar.
Los hechos se remontan al pasado viernes. La policía local de Granada decidió establecer un control reglamentario en El Polígono, la zona norte de la ciudad. Por allí apareció un sospechoso habitual de los agentes: R. F. U.,alias “El Banano”, con cuatro requisitorias judiciales a sus espaldas, una de ellas con orden de ingreso en prisión. Estaba en busca y captura.
El Bananotambién se había saltado la cuarentena impuesta por las autoridades, agravio menor en comparación a lo que sucedió poco después. Trató de saltarse el control policialy atropellóa un agente en el camino, hiriéndole de gravedad en una pierna yenviándolo al hospital. Comenzó así una breve fuga que terminó poco después, en la calle Molino Nuevo, cuando entró a uno de los múltiples bloques de viviendas del barrio.
🔴 Así ha sido la localización del varón que minutos antes había atropellado a un Guardia Civil de Tráfico en un controlPueden verse vehículos de Guardia Civil, Policía Local de Granada y Policía Autonómica se Andalucíapic.twitter.com/lbTjI1BnAn
Por allí aparecieron decenas de agentes,en un despliegue difundidodurante los últimos días por las redes sociales. En los vídeos se aprecia cómo desenfundaron sus armas y accedieron en las viviendas en busca deEl Banano, mascarillas mediante. El joven había entrado por la fuerza en uno de los pisos y “mantenía retenida”, como narra Ideal, “a la moradora tras ejercer violencia contra ella para que no la delatara”.
Tras una intensa búsqueda,El Bananosalió del edificio esposado, pasó a disposición judicial y, tras afrontar una miríada de cargos que van desde el atentado contra un agente de la autoridad hasta la conducción temeraria, pasando por el allanamiento de morada, entró enprisión provisional. Por el momento, una historia impactante, peronormal.
Lo sorprendente llegó después.
Tráfico de marihuana y rivalidad de clanes
Sucede queEl Bananoescogió un bloque de singulares características para resguardarse de la policía. Uno controlado por un clan concreto, Los Mindolos, y centro neurálgico de una operaciónde narcotráficoa gran escala. Cuando los agentesirrumpieron en el edificiopuerta a puerta, echándolas abajo, se toparon con un regalo inesperado:más de 2.500 plantasde marihuana cultivadas, obvio, ilícitamente.
Así, Policía Local y Guardia Civil salieron de Almanjáyar con un doble premio: la detención deEl Bananoy el requisamiento de un gigantesco alijo de marihuana. Hasta aquí, la versión oficial de los hechos.
Prisión provisional sin fianza para El BananoPor la presunta comisión de delitos de atentado a agente de la autoridad, detención ilegal y contra la seguridad del tráficohttps://t.co/xsEIzUyTaQpic.twitter.com/dvQDZUzdk3
Comenzó entonces la versión no-oficial,proyectadaa través de los canales subterráneos de la red y compartida en un número inestimable degrupos de WhatsAppde España. A los pocos días, varios audios deentre 30 segundosy 4 minutos de duración comenzaron a proliferar por la red. En ambos se escuchaba a dos mujeres relatar con elevado gracejo la historia deEl Banano, pero con tintes alucinantes.
La pequeña persecución policial y el hallazgo fortuito de un alijo de marihuana se transformaron asíen un dramade tintes lorquianos. Sucedía que, conscientes del agujero enorme que la aventura deEl Bananohabía causado en su negocio, el clan de Los Mindolos anuncióvenganza. Proclamó a las cuatro voces que acudiría al pueblo deEl Banano, Pinos Puente, y que se cobraría por la fuerza el agravio generado.
El Banano, como relatanlos audios de turno, no sería un cualquiera, sino el hijo de Mari La Chumina, matriarca familiar y mujer de recursos, célebre por haber apuñalado (“dejado tiesa”) a una maestra de guardería. Su familia tampoco estaría exenta de ayuda: el Clan de los Bananos estaría ya aliado con el de Los Chuminos, por lazos de sangre, y con el de Los Tripones, vía Cuqui La Tripona, “peligrosa donde las haya”.
Conscientes de ello, Los Mindolos tampoco se habrían quedado atrás, solicitando el amparo delClan de Los Mocos, “peores que nadie”, “secuestradores” y poseedores de un arsenal de “metralletas y Kalashnikov” lo suficientemente abultado como para espantar a cualquier clan rival. Se esbozaba así un conflicto inmediato, un choque de familias, viejas rencillas, desagravios e intereses económicos contrapuestos.
Hay capítulos deGomorramás suaves.
Por favor,@NetflixES, necesitamos una serie que narre las aventuras del Bananillo, Los mindolos, Mari la chumina, Kuki la tripona y el gran Tio Casiano.Gracias de antemano.
El colofón lo pone la repentina aparición del “Tío Casiano”, una suerte deHermano Mouzonproveniente de lasTres Mil Viviendasde Sevilla, barrio célebre por sus altos índices de criminalidad y dejación de funciones del Estado, al que Bananos, Tripones y Chuminos habrían solicitado su ayuda para enfrentarse a Mocos y Mindolos. Un hombre extremadamente peligroso y cabecilla de una red narcotraficante de heroína.
¿Cuánto hay de real en todo esto?
Es incierto. Sabemos queEl Bananoes un personaje real, que trató de saltarseun control rutinariode la policía, que fue perseguido por los agentes, que un importante despliegue policial lo encontró en unas viviendas del Polígono y que ha pasado a disposición judicial. También que se encontró un alijo enorme en el bloque allanado.
Hay noticias de ello. También vídeos que lo ilustran.
Pero todo lo demás espura fabulación. Algunos audios compartidos durante las últimas horas, especialmente el de cuatro minutos largos donde se desenreda la impresionante trama de clanes criminales, están claramente dramatizados. La locución es clara, con inflexiones marcadas, muy elocuente, hay quien podría incluso sugerir que similar a la de un guión radiofónico, aunque teatralizado.
Lo cierto es que para la mayor parte de Españaha dado igual. Los acontecimientos de El Banano, los Mindolos y los Mocos se han convertido en la gran novela radiada de la cuarentena. Han proliferado memes y comentarios de todo tipo, reconstruyendo las relaciones entre clanes (al modo de las casas reales deJuego de Tronos) y los episodios de los acontecimientos (imaginados bajo una entradillaà la Narcos).
Los Bananos, los Chuminos, los Tripolos y el Tío Casiano por un lado. Los Mindolos y los Mocos por otro. Y en medio una profesora de guardería que se quedó tiesa.Esto es mejor que Narcos, Games of Thrones y House Of Cards juntos.Haced la serie,@NetflixES🙏.pic.twitter.com/C3bNE64KTv
También vídeos falsos. Esta mañana, por ejemplo, se ha compartido el vídeo de un supuesto tiroteo entre familias en Pinos Puente. Sucede que las imágenes no se corresponden con el pueblo, al norte de Granada, sino conun barrio periféricode Huelva, dondeotra rencillaentre clanes criminales ha derivado en un enfrentamiento armado, repleto de subtexto histórico… También bajo pleno confinamiento.
Sea como fuere, sea cierta la historia que ha proliferado en WhatsApp o haya surgido de la mente imaginativa de alguna persona, es ya el gran relato novelado de la cuarentena.