El dilema de los niños: cómo están gestionando otros países las salidas de los más pequeños
Andrés P. Mohorte
Los niños españolespodrán salira la calle a partir de mañana. La frase esconde una verdad a medias: tal y como ha anunciado hoy el gobierno, sólo podrán hacerlo en acompañamiento de las tareas esenciales de sus padres. Los menores de 14 años tendrán permiso para acudir a supermercados y farmacias, y para cumplir, junto a sus progenitores, otras actividades previstas y reguladas por el Estado de Alarma.
Pero no podrán pasearporque sí.
Polémica. Se trata de un anunciocontrovertido. Durante los días previos el gobierno había sugerido tal posibilidad, en consonancia con las peticiones de figuras políticas (AdaColau, NúñezFeijóo), asociaciones de padres y expertos en salud infantil. La medida es decepcionante y no especialmente novedosa: los niños podían acompañar a sus padres siempre y cuando se quedaran solos en casa.
Italia. La cuestión infantil ha colocado a España frente al espejo de sus vecinos. ¿Cómo lo ha gestionado Europa? El ejemplo más útil, por cercanía y similitud del confinamiento, es Italia. El pasado 31 de marzo, el gobiernoaclarabalo siguiente: los niños pequeños (“bambini minori”) podrían pasear junto a uno de sus padres, en las proximidades de su casa y bajo “situaciones de necesidad o de salud”.
En el mismo anuncio, el ejecutivo recordaba que salir a hacer deporte o a pasear estaba permitido, siempre que se cumpliera con la distancia de seguridad y se hiciera cerca de casa. Algo prohibido en España.
Otros países. Algo similar sucede en otros países: los niños tienen más libertad de movimientos, pero sólo porque sus padres también la tienen. En Francia sigue estando permitido pasear o correr en un kilómetro a la redonda del hogar a partir delas 19:00, lo que incluyea niñosjunto a sus padres; Alemania permite salir a la calle siempre que no se haga en grupos de más de dos, pero habilitaexcepcionespara las familias.
Parques, trabajo. Reino Unido,Países BajosoAustraliasiguen su camino:calle sí, pero sólo con la familia. No todos los parques están cerrados, pero es obligatorio mantener dos metros de distancia con otras personas. Los padres con trabajos presenciales cuyos niños se queden sin cuidado puedenacompañarles. Pocos países prohíben salir a la calle sin motivo, por lo que los niños tienen más flexibilidad.
Imaginación. En Italia han surgido iniciativas destinadas a aliviar el peso del confinamiento. En Rimini, el ayuntamientoha habilitadoun sistema de “reservas” en los parques municipales, por lo demás cerrados, para que los niños con autismo puedan pasar tiempo al aire libre. La medida permite ordenar el acceso a las zonas públicas y minimiza el contacto social entre niños, la principal preocupación de las autoridades.
En España, los niños con exenciones médicas (autistas incluidos)sí puedensalir a la calle, aunque muchos han sidoincrepadosal hacerlo (lo que ha motivado una iniciativa que marque su condición, ellazo azul).
Excepción. El confinamiento de España es especialmenteduro, lo que ha generado un debate único en torno a la movilidad infantil (recogidoincluso por la prensainternacional). En el resto del continente sí hay exenciones, aunque no específicas para los niños (los adultos las comparten), y la tónica es de apertura casitotal: Alemania reabrirá sus escuelas el 4 de mayo; Francia lo hará el 11; Dinamarca ya lo ha hecho.
Imagen: Bernat Armangue/AP