El pánico que viene: los supermercados de Milán se están quedando vacíos por el coronavirus
Andrés P. Mohorte
Lacrisis del coronavirusha colocado a Italia en el centro de todas las miradas. Son ya siete los fallecidos a causa de la enfermedad y centenares de contagios los extendidos a lo largo y ancho del país. Ayer se registraron losprimeros casosen Sicilia y Toscana, muy lejos del epicentro de la epidemia, en una comarca al sur de Lombardía. Una crisis ya nacional que ha espoleado un creciente estado de pánico.
Estantes vacíos. Las extraordinarias medidas tomadas por las autoridades, como la suspensión de las clases lectivas ola cuarentenade más de 50.000 personas en once municipios, han provocado que miles de italianos se arremolinen en los supermercados. Ayer, como atestigua este reportajede Sky Newso este otrode la RAI, las tiendas se quedaron sin existencias, víctimas de compras urgentes y compulsivas.
Otros testimoniosen redes ilustraron un fenómeno ya vistoen China. Ante la perspectiva de cuarentena, los italianos han optado por pertrecharse.
A friend sent me a picture from a supermarket in Milan👇🏻#COVID19italia#coronaviruspic.twitter.com/ooC0uCLKch
Preocupación. Fue tal la premura que el primer ministro italiano, Guiseppe Conte, tuvo quesalir al pasoen un programa televisivo: “No hay motivo para la preocupación (…) No afrontamos una escasez de alimentos. Tomaremos todas las medidas necesarias para asegurar la cadena de distribución entre la población, que debe mantener la calma”.
El alcalde de Milán, Guiseppe Sala, tambiéntratóde calmar los nervios: “Antes que pensar en apilar comida, saquemos tiempo para cuidar a quienes están más en peligro, nuestros mayores”.Más drásticofue el presidente de Lombardía, Attilo Fontana: “La carrera por la comida no tiene sentido. Las existencias están aseguradas. Debemos mantener la normalidad”.
Asegurado. Los mensajes de las instituciones italianas señalan la gravedad de la crisis, y más aún, del estado de pánico que se ha apoderado de parte de la población. Fontana llevaba razón en sus palabras. Al menossegún Claudio Gradara, presidente de Federdistribuzione, la federación de distribuidores de Italia:
Más medidas. Hay cierta disonancia entre los mensajes de calma de las autoridades y las medidas aplicadas para frenar los contagios:
Asalto. A pie de calle la crisis se vive de forma más urgente. En las ciudades en cuarentena, en torno a Codogno,las colasen supermercados, panaderías y farmacias se han convertido en la norma. Encontrar una mascarilla es ya una odisea, al igual queen España, mientras los precios de los desinfectantes sehan disparado. En Milán y en el resto de Lombardía hayuna carrerapor la última garrafa de agua o saco de patatas.
Es la crónica del pánico que viene.