Es 2021 y ver la televisión en condiciones óptimas es mucho más difícil que hace 50 años
Javier Pastor
A principios de los años 80 ver la tele no tenía mucho misterio: la conectabas a la antena y como mucho al vídeo VHS, encendías, y listo. La tecnología ha evolucionado de forma espectacular en este ámbito y ahora tenemos más canales y contenidos que nunca a una calidad que en aquella época hubiera sido impensable. Y sin embargo,cada vez es más complicado ver la tele en condiciones.
El problema es de una industria quenos inunda de dispositivos que conectar a la tele, pero también de estándares, parámetros y opcionesque se supone nos ayudan a lograr la mejor calidad de imagen y sonido pero que acaban siendo todo un enigma para muchos usuarios.
¿Cómo veo mejor el fútbol? ¿Y los videojuegos? ¿Y las pelis?
Las opciones son fantásticas, pero si hay demasiadas acaban causando cierto estrés y confusión. Es desde luego lo que está ocurriendo con el mundo de las Smart TVs, que presentan al usuariotodo tipo de estándares y opcionespara que puedan personalizar la experiencia de visionado a su gusto.
Sin embargo,configurar esas opciones es complicado para la mayoría de los usuarios, que suelen (solemos) no tocar demasiado la configuración de fábrica en temas como la calibración y que por ejemplo se vuelven (volvemos) algo locos cuando nos hablan de todos esas tecnologías de televisión —MicroLED, MiniLED, QNED y Cristal LEDson lo más de lo más ahora— que nos sumerjen en un mar de dudas a la hora de elegir cuál comprar.
Por supuesto, la cosa no acaba ahí.Los cables HDMI también pueden generar confusión, tanto por lasversiones de este estándarcomo por su teórica calidad. Aquíla norma suele ser siempre la misma, y salvo raras excepciones los cables muy caros no son especialmente distintos en sus prestaciones a los normales (pero cuidado con los muy baratos).
A partir de ahí entran otros temas, como el número de dispositivos que tenemos conectados a nuestra tele, que además puede estar conectada abarras de sonido, receptores A/V o concentradores HDMIy splitters que a su vez complican más acertar con aquello que queremos ver y escuchar en cada momento.
Lasplataformas de televisión inteligente(Android TV, Tizen o webOS, sobre todo) tratan de poner todo el contenido de distintas plataformas al alcance de la mano, desde luego, pero el problema es ver ese contenido —incluidos los canales de televisión— de la mejor forma posible.
Los modos de cine —con elfilmmaker modecomo opción extra— o deportes hacen que también haya unperfil determinado para cada situación, pero cambiar entre unos y otros puede acabar volviéndose tedioso. Y esa manía de algunos fabricantes deactivar por defecto el suavizado de imagen—que los cineastasodian más aúnque los usuarios— no ayuda tampoco.
Queridos Smart TVs: no sois tan inteligentes como decís
Algo parecido ocurre con otras preferencias perfectamente personalizables y que dejan al usuario mucho margen de maniobra. El problema es que igual el usuario no quiere tanto: si se supone que las teles son ahora inteligentes,¿por qué no autoajustan ellas solas las preferenciassegún el tipo de contenido?
Es cierto que gracias al estándar HDMI 2.1 algo hemos ganado en el terreno de los videojuegoscon la tecnología ALLM, pero lo cierto es que esa idea de autodetectar el modo ideal para cada contenido debería ser cosa del televisor (aunque luego el usuario pueda personalizarlo) y no tanto del usuario.
Mi compañero Juan Carlos López, experto en estos temas, ya me comentaba que incluso él, que conoce bien estos temas,suele no tocar demasiado esas preferenciassalvo quizás cuando juega a videojuegos.
Para esa “autoidentificación”, explicaba, existen varias opciones posibles: los sistemas de inteligencia artificial de los que tanto presumen los fabricantes podrían identificar (o intentarlo, al menos) el tipo de contenido y ajustarse a él. Por otro lado, los responsables de la emisiónpodrían identificarla con un paquete de datosque permitiera que el televisor se ajustase a ese “identificador de emisión” para ajustar todo tipo de niveles.
Temas como los niveles de negro, que son bastante importantes para evitar problemas de contraste, se unen a otros como esa variedad deestándares HDR que también compiten entre sí.¿Si no tengo HDR 10+ pero sí Dolby Vision pasa algo?¿Eso que estoy viendo realmente está aprovechando estos célebres sistemas de rango dinámico?
A veces menos es más
Las preguntas se multiplican también con los mandos a distancia. Se supone que latecnología HDMI CECfacilita la unificación de varios mandos en uno solo, pero las cosas no siempre funcionan como querríamos, y al finalsolemos tener varios mandos pululando por la mesa(o el sillón).
Yo, por ejemplo, he descubiertohace pocoesa maravilla llamada Chromecast con Google TV. Tras comprar una nueva tele en casa —una estupenda con un montón de opciones que probablemente jamás use— acabé conectando este pequeño dongle HDMI tanto por la fantástica interfaz de Google TV como por ese mando que escasi el summum de los mandos a distancia.
El mando de la tele (en la imagen) casi asusta en comparación con ese minimalismo que plantea el de Google, y aquí me pregunto si los fabricantes no deberían entender que quizáslos usuarios querrían tener menos opciones, y no más.
Incluir un mando básico tipo el del Chromecast (o el de los Fire TV, otro ejemplo estupendo) y otro “completo” como el de la imagen sería una buena solución, pero no: en esto, como en otras muchas cosas, parece que la opción del fabricante es siempre la deofrecer muchas opciones, aunque luego no las acabes usando. Muchos botones, muchos formatos de cable, muchos estándares HDR, muchas
Los fabricantes de Smart TVs y de todo este ecosistema deberían empezar a tener claro que hay otra revolución posible para sus productos.Una que haga suyo el “menos es más"y permita que esas teles teóricamente inteligentes lo sean y eviten que ver la tele en condiciones no haga necesario estudiar una ingeniería.
Imagen |Unsplash