Sergio Fernández Munguía
La electrificación de la economía esel camino más corto a hacia la descarbonización. Sustituir combustibles fósiles por electricidad equivale casi siempre a un ahorro de emisiones. Y gracias a la irrupción de las energías renovables, ese ahorro es cada vez más pronunciado. Sin embargo, las energías renovables son intermitentes por naturaleza, lo que complica la tarea de utilizarlas como sustitutas del petróleo, el gas natural o el carbón.
Almacenar electricidad no es fácil ni barato, pero nos dirigimos a un futuro donde el protagonismo de las energías renovables en nuestra matriz energética es cada vez mayor. Por lo tanto,vamos a necesitar la energía en un tiempo y/o ubicación diferentes al tiempo y lugar en los que se genera. Y las baterías son un elemento esencial, casi impresdindible, para hacer eso posible. El sector de las baterías va a ser clave en las próximas décadas y va a mover miles de millones de euros. Y en esta carrera industrial,España está perdiendo el tren.
Baterías de litio, un negocio que no para de crecer
Es cierto que las baterías electroquímicas no son la única forma de almacenar energía. Existen otras como las centrales hidroeléctricas de bombeo,el almacenamiento en forma de calore incluso,de cara a futuro, el hidrógeno. No obstante,ninguna puede ofrecer actualmente las características de sencillez, precio y escalabilidad que ofrecen las baterías. Una batería correctamente dimensionada es capaz de alimentar desde un pequeño dispositivo móvil, pasando por un coche, hasta cientos de viviendas.
Si nos centramos en la automoción, las baterías son hoy en día (con permiso del hidrógeno que tendrá su sitio a medio-largo plazo),la única alternativa real de bajas emisiones a los combustibles fósiles.
Por todos estos motivos, las previsiones de Bloomberg apuntan que el mercado de las baterías aumentarádesde los 25.000 millones de dólares actuales a 120.000 en el año 2030, empujado por el crecimiento del coche eléctrico. Y la carrera internacional por quedarse con la mayor parte posible de ese pastel ya ha comenzado. Una carrera, por cierto, en la quelos países asiáticos llevan mucha ventaja.
Para conocer la realidad de la industria de las baterías en nuestro país, hemos hablado con diferentes agentes del sector a través deAEPIBAL(Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético) para qué nos cuenten de primera manocómo ven el presente y futuro de las baterías en España.
España, un liderazgo en automoción que corre peligro
La industria de la automoción es uno de los motores de la economía nacional. Agrupael 8,6% del Producto Interior Bruto (PIB) y emplea a nada menos que el 9% de la población activa,según datos de Anfac. En territorio español hay un total de 17 fábricas (16 si descontamos a Nissan Barcelona) que produjeron 2.819.565 millones de vehículos en 2018, y que colocan a España comonoveno fabricante mundial y segundo a nivel europeo. Además, es un sector clave en la balanza comercial, siendoresponsable del 18% de las exportaciones totales de España.
El sector de la automoción se enfrenta en estos momentos al que es probablemente el mayor reto de su historia:la electrificación. Con la excepción de los camiones, que dadas las limitaciones de la tecnología actualllevan un ritmo más lento, la tendencia del mercado es de electrificar todos los vehículos en mayor o menor medida,empujados por las normativas europeas de emisiones. Y lo que tienen en común los coches electrificados, sean híbridos, híbridos enchufables o 100% eléctricos, es quetodos equipan baterías.
Las baterías son, de hecho,uno de los componentes clave y más costososde estos coches, sobre todo en el caso de los híbridos echufables y 100% eléctricos,pudiendo llegar hasta el 40% del valoren el caso de los últimos.
Al contrario que con el resto de piezas y componentes, donde España es una potencia mundial,no hay grandes empresas nacionales fabricantes de baterías. Un problema, por cierto, compartido con el resto del viejo continente. Según datos de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto)solo el 3% de las baterías se producen actualmente en países europeos.
Por el momento, Asia lleva la delantera: China (con el 80 % de la producción), Corea y Japón abarcan la mayoría de la capacidad mundial de fabricación. Y que el componente más caro y con más valor añadido se fabrique fuera de España, y de Europa, no es una buena noticia.
Aun con todo,España sigue siendo un líder en fabricación de coches, por lo que muchos fabricantes estánapostando por nuestro país para fabricar sus turismos electrificados. Es el caso delPeugeot e-2008en Vigo y elOpel Corsa-een Figueruelas (ambos 100% eléctricos), o delRenault Captur PHEVen Palencia, elSEAT León PHEVen Martorell y elFord Kuga PHEVen Almussafes, entre otros. En cuanto a comerciales, laCitroën BerlingoyPeugeot Partner eléctricasse fabrican en Vigo, laMercedes eVitoen Vitoria y, al menos hasta antes delanuncio del cierre de la fábrica, laNissan e-NV200en Barcelona.
Esa larga lista de modelos invita a ser optimista, pero no debemos echar las campanas al vuelo. El motivo por el cual la mayoría de estos modelos se fabrican en España es que comparten plataforma con sus homólogos de combustión y por lo tanto,son fabricados en las mismas línea de producción. Se trata de una práctica habitual en la industria, ya que optimiza costes evitando tener que invertir en nuevas cadenas de producción específicas. Tampoco nos podemos olvidar de que por el momento hablamos de coches de nicho que no tienen grandes volúmenes de ventas.
La pregunta que debemos hacernos esqué ocurrirá cuando cuando los coches electrificados copen el grueso de las ventas y estén basados en plataformas específicaspara albergar motorizaciones eléctricas. Será entonces cuando el suministro de baterías será clave para la industria.
Situación del sector de las baterías en España: fabricación, investigación…
Si queremos continuar siendo una potencia mundial en automoción, lo ideal sería que comenzásemos a prepararnos paraser también proveedores del componente clave de los coches del futuro. Sin embargo, a día de hoy, la situación de nuestro país en fabricación de baterías es testimonial.
Hemos hablado conCegasa, empresa a la muchos conocereis por la fabricación de pilas (las de toda la vida). Fundada en 1934 y con sede en Vitoria, tiene más de 100 empleados y filiales en Estados Unidos y el Reino Unido. Además, fueuna de las empresas pioneras a nivel europeo en la investigación de las baterías de iones litio hace 20 años:
Donde sí destaca España, nos cuentan desde Cegasa, es enlas ingenierías que desarrollan diferentes aplicaciones de baterías, que “son respetadas a nivel internacional para el desarrollo en implementación de proyectos” pero que por desgracia, “no tienen demasiadas opciones para comprar productos de origen nacional”.
En cuanto a investigación, desde Cegasa nos hablan dela importancia de tener centros punteros en nuestro país, argumentando que “cuanto más al principio de la cadena de valor estemos, mejor posicionamiento tendremos como país”. De esta forma, podremos satisfacer nuestra demanda interna, pero también “generar ingresos aportando tecnología y producto a terceros países”.
España cuenta con centros de investigación como elCIC energiGUNE, que investiga diferentes tecnologías para la obtención dematerias primas alternativas al litioque sean abundantes, sostenibles y que cumplan los requisitos de economía circular. Les hemos preguntado acerca de la investigación en este ámbito:
Al fin y al cabo, la investigación de alto nivel es necesaria paragarantizar una cadena de valorde producción de celdas y baterías completa, fuerte y competitiva en Europa.
European Battery Alliance: un proyecto común europeo para el desarrollo de baterías
La Unión Europea es consciente de la importancia de las baterías en la transición energética durante las próximas décadas y dela oportunidad de desarrollo industrial que eso supone.
Por eso, en busca de una oportunidad para Europa y con el objetivo de que los países asiáticos no acaparen todo el mercado, desde Bruselas se está impulsado la creación de proyectos paneuropeos para la fabricación de baterías. Estas iniciativas se consideranProyecto Importante de Interés Común Europeo(IPCEI, por sus siglas en inglés).
Este tipo de operación bienpodría recordarnos a Airbus:la creación de un gran consorcio europeocon tamaño suficiente para convertirse un líder a nivel mundial. Uno de los proyectos ya está en marcha, pero del segundo por el momento se conocen pocos detalles.
La primera de las iniciativas,liderada por Alemania y Franciae integrada por 17 empresas, movilizará3.200 millones de dinero públicoa desembolsar por los seis países que participan en el proyecto (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Finlandia y Suecia) y otros 5.000 millones más de capital privado.
España se ha quedado fuera de este primer proyectoen el que participan empresas como Basf, Opel, BMW, Solvay o Endurnce. La iniciativa ya se ha puesto en marcha con laconstrucción de una gran fábrica de baterías en terreno francésy continuará con una fábrica de similares características en Alemania para mediados de la década.
Donde si participará España esen un segundo consorcio, también liderado por Alemania y con representantes de Francia, Polonia, Finlandia, Italia, Bélgica, Suecia y Eslovaquia así como de una treintena de empresas. Sin embargo, los detalles y el nombre de las compañías que participan en este consorcio todavía se desconoce.
Litio: la extración de materias primas también es una oportunidad
Por mucho que conozcamos a estas baterías por el nombre del elemento químico alcalino, la realidad es queel litio no es la materia principal de la que está compuesta una batería. También contienencobalto, níquel, grafito, manganeso o aluminio, entre otros.
Sin embargo, dadala creciente demanda de litioprovocado por el aumento de la fabricación de baterías, algunos ya lo denominan comoel nuevo petróleo blanco. Al menos hasta que consigamos baterías con otras químicasque puedan prescindir de él. De todas formas, tal y como nos indican desde Cegasa, “indudablemente el ciclo tecnológico de las baterías electroquímicas pasa por el litio para las próximas décadas, aunque veremos nuevas formulaciones a medio plazo”.
En los últimos tiempo hemos visto cómoel precio del litio ha fluctuado de forma importante, hasta tal punto de llegar a preocupar a algunos fabricantes. Uno de los motivos de esta inestabilidad de precios es que por el momento,la minería de litio se concentra en muy pocos países, ycuando la demanda es alta y el suministro es bajo, los precios tienden a aumentar.
En ese sentido, en muchas partes del mundo se está impulsando la exploración de nuevos yacimientos de este “oro blanco” con el objetivo de suministrar a la industria de la baterías. Yen España contamos con algunos yacimientos que nos podrían convertir en uno de los suministradores de la industria europea. De hecho, nuestro país podría tener,junto a Portugal, una de las mayores reservas de litio del viejo continente.
Desde Kerogen Energy, empresa minera dedicada a la investigación y obtención de recursos minerales metálicos de aplicación en las nuevas tecnologías y las energías renovables, nos dan algunos datos pararesaltar la importancia de explotar nuestros propios yacimientos:
Desde Kerogen Energy también hablan dela oportunidad que supone a nivel local, combatiendo la despoblación de las zonas rurales a través de la activación económica y la generación de empleo.
En los últimos tiempos, se ha hablado deGaliciayExtremaduracomoubicaciones con potencial para albergar una mina de litio en España. Recientemente se les ha unidootra iniciativa en Badajoz, el yacimiento Las Navas.
Por el momentosolo el proyecto cacereño es el más avanzado en los trámites para hacerse realidad. Se trata del proyecto San José - Valdeflórez en Cáceres, ubicado al lado de la ciudad de Cáceres y promovido por la empresa Infinity Lithium. Se trata además delprimer proyecto de litio en conseguir financiación europea a través de European Battery Alliance.
Como suele ser habitual en este tipo de proyectos, la polémica está servida. Por un lado, la mina puede seruna fuente de riqueza y empleo, tanto por los puestos de trabajo generados de forma directa como por los indirectos. Por el otro, se enfrenta al rechazo de parte de población por las hipotéticasconsecuencias ambientales. En cualquier caso, no se puede negar que el potencial es enorme: la mina podríaproducir 15.000 toneladas de hidróxido de litio al año que permitirían abastecer a unos 10 millones de coches eléctricos.
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