España ya ha vacunado completamente al 1,6% de su población. Bastante más que el Reino Unido
Andrés P. Mohorte
La campaña de vacunaciónha comenzado trastabilladaen Europa. Su rendimiento ha sido pobre no sólo en comparación a Israel sino también a vecinos máspróximoscomo Estados Unidos o Reino Unido. El país británico ha vacunado ya a más de 12 millones de personas,un 18% de su población, ocupando un elogioso espacioen la prensay en los telediarios. Ningún otro país se le acerca, descontando al estado hebreo. Ni siquiera Estados Unidos, cuya campaña también va avanzada (un 9%).
¿Un éxito envidiable, no?
Sí y no. Fijémonos ahoraen otro gráfico: el volumen de población con la pauta de vacunación completa. Ahí los roles de cada país se invierten, si bien los márgenes son pequeños. Descontamos de nuevo a Israel (un auténtico éxito logístico, con más del 24% de sus habitantes ya inmunizados al completo). ¿Quiénes aparecen por detrás? Estados Unidos (2,85%), Dinamarca (2,4%), Eslovenia (2%), Italia (1,9%)… Y España. El 1,68% del país ya ha recibido su segunda dosis.
¿Reino Unido? Lejos. Apenas el 0,76% de su población disfruta de la pauta completa.
¿Por qué?Este gráficoes ilustrativo del fenómeno: el porcentaje de británicos que han accedido a la segunda dosis de la vacuna apenas ha variado desde principios de año. Es una política de estado. Ante la disyuntiva de vacunar a muy poca gente al completo o extender la primera dosis al máximo número de personas posible, Reino Unidoha elegido lo segundo. Es una excepción. Países tan atrasados en el ritmo de vacunación como Polonia, Alemania, República Checa o Portugal ya tienen a más porcentaje de sus habitantes con segunda dosis.
¿Qué implica?Por un lado, que todas esas noticias sobre la ventaja comparativa británica deben ser relativizadas. No sabemos cuál es la mejor estrategia. Sí sabemos lo que tanto Moderna como Pfizer como Astra/Zeneca han explicadosobre el funcionamientode su vacuna: la tan cacareada inmunidad del <90% sólo se obtiene tras la segunda dosis; una segunda que, siguiendo sus ensayos clínicos, se debe administrar entre la tercera y la cuarta semana desde la primera. Más allá de este umbral, entramos en terreno desconocido.
Reino Unido ha decidido aplazar la segunda dosisa tres meses vista. La decisión es arriesgada y ha causado controversia entre la comunidad científica.Esto nos contabaSalvador Peiró, experto en Salud Pública e investigador en la Fundación por el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO), hace algunos días, a cuenta de los políticoscastigadossin segunda dosis:
¿Quién va delante?La pregunta no es útil porque mide variables distintas. Reino Unido ha inmunizado parcialmente a más volumen de gente; España, Italia o Dinamarca han inmunizado al completo a un porcentaje mucho mayor. En la práctica, son estos países, y no Reino Unido, quienes tienen a más personas protegidas y vulnerables al virus; y quienes están siguiendo un protocolo conocido en base a los ensayos clínicos de las farmacéuticas. El gobierno británico está haciendouna apuesta.
Dentro de tres meses veremos qué tal le sale.
El centro del debate. La discusión no es una mera disquisición técnica. La primera dosis ofrece una inmunidadparcial del 52%, insuficiente para una protección real frente a la enfermedad. En las estrategias dispares de Europa y Reino Unido se juega no sólo un mero argumento científico, sino una vuelta a la normalidad más temprana.Como explicabannuestros compañeros de Xataka, no tenemos datos para saber si el plan británico es correcto o incorrecto. Sólo incertidumbres médicas y logísticas.
Entre tanto, España se han aferrado a lo tangible. Reanudado el abastecimiento de vacunas, ya se cuenta entre los seis países con mayor porcentaje de personas con la pauta completa.
Imagen:Our World in Data