Explicando el éxito de ‘Among Us’ a quien no ha jugado a Among Us: chutes de dopamina y dosis de traición
Javier Lacort
Soy una persona más bien sosa, en la cincuentena prematura. Huyo de las modas, aprecio la tranquilidad y cada vez me cuesta más lidiar con la cadencia plagal que ha inundado Internet en general y Twitch y YouTube en particular. Definitivamente, los vídeos con títulos en mayúsculas ythumbnailscon la boca abiertatratando de convencerme de que me sorprenderé y entusiasmaré al verlos no son para mí.
Hechas las presentaciones, aquí los hechos: un martes por la noche me llegó un mensaje al grupo de WhatsApp de mis amigos. “Eh, descargad este juego y mañana a las 22.00 h jugamos, y nos echamos unas risas”. Ese juego era el’Among Us'. Me lo descargué por obediencia fraternal, sin pensar que fuese a jugar realmente a nada, y menos con gente que durante la cuarentena pasaba cada noche dándole al ‘Call of Duty’ hasta la hora a la que yo me despertaba para trabajar. Error.
Nuestros peores instintos
Empecé a jugar y para la tercera partida ya estaba enganchado. Partida a partida, muchas veces como tripulante, algunas como impostor, fui descubriendocómo este adictivo juego puede sacar nuestros peores instintospor la impotencia que causa ser acusado sin pruebas o por la sed de poder y venganza. Acostumbrado a renegar de lostrollstóxicos, me convertí en uno atacando a quien me acusaba y perdiendo los papeles con facilidad, casi olvidando que esto-es-un-juego. Si mi madre me viera.
‘Among Us’ transforma al humano más pacífico en un traidor sin escrúpulos con una barrera de acceso muy baja
Por ahí van los tiros de su repentina fama: en este juego chocan los distintos tipos de personalidades humanas y se producen traiciones y bajezas que hacen las partidas muy divertidas. Yanima a desarrollar nuestras propias estrategias. También se venmetamorfosis: conozco a una chica que en sus primeras partidas decía que no quería que le tocara ser impostora, que no disfrutaría con la tensión de tener que ir matando al resto sin ser vista, y ha acabado siendo la más fría asesina que han visto estos ojos dentro de la nave espacial.
Esta también es la causa de su popularidad. Es un juego especialmente idóneo para verlo —la fama le vino por emisiones enTwitch— y una vez se conoce su mecánica, es muy tentador dar el salto a jugarlo, ya que resulta divertido, la curva de aprendizaje es casi nula y además es gratis para móviles (en PC se descarga tras una donación voluntaria, con un mínimo de cinco dólares).
No es lo mismo fascinarse por unCall of Duty(curva de aprendizaje complicada para llegar a un nivel competitivo, barrera de entrada económica, necesidad de un dispositivo físico concreto que supone otra barrera) que por ‘Among Us’, dondetodo lo anterior desaparece o se reduce muchísimo. Todo el mundo tiene un smartphone.
Durante las partidas se van atravesando varias fases:
Chutes de dopamina en Among Us
Ese componente emocional y psicológico ya es clave, peroel azar que entra en juego cuando empezamos una partida y pasan esos tres segundos hasta que sabemos si seremos tripulante o impostor es un ancla emocional muy potente. Si esa comunicación se hiciese de forma inmediata o al entrar a la sala de espera no sería tan efectiva.
Casual o intencionado, el proceso de espera para saber si somos impostor o tripulante refleja un concepto de la neurociencia muy eficaz para engancharnos al juego
La neurociencia conoce el concepto de la “anticipación del placer” que acuñó Robert Sapolsky: no hay mayor placer en Among Us que ser el impostor, y esos tres segundos son lo que nos engancha, son el chute de dopamina perfecto para volver a jugar una y otra vez. Si encima también disfrutamos en el transcurso de las partidas,un juego en 2D se coloca líder en los rankigs de descargasen el año de lanext-geny losprocesadores móviles de 5 nm.
No es un asunto menor. FIFA, que esencialmente se ha convertido enuna tragaperras descontrolada con el fútbol como excusa, aplica y mejora cada añoeste mismo concepto con el leve retardo de la aparición de los ítems de cada sobre. Un concepto heredado de los mismos juegos de azar, como la propia tragaperras, pensados para retener a sus jugadores. Dopamina para nuestro cerebro y ya vamos pormillón y medio de jugadores simultáneos.
Afortunadamente,‘Among Us’ no nos pide pasar por caja una y otra vez ni nos fuerza sutilmente a ello mediante arquitecturas pensadas para elpay-to-win(¿has oído eso, ‘Clash of Clans’?), sino que, como en ‘Fortnite’, los micropagos solo tienen funciones cosméticas. Y así es como este humilde picateclas se gastó tres pavos (sin la ‘V’ mayúscula) para comprar un traje con sombrero de copa, porque si el asesino de la baraja dejaba naipes sobre sus víctimas, yo aspiro a ser el trueno que congele la sangre de los paganos mientras se atusa elegantemente la chistera.
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