Hace 178 años un matemático inglés dijo que no podíamos cancelar campos magnéticos a distancia, acabamos de descubrir cómo hacerlo

Javier Jiménez

De pequeño,uno de mis tesoros más preciados era una caja llena de imanes. Supongo que el roce hace el cariño porque un verano escuché a alguien hablar sobre trenes de levitación magnética y dediqué horas y horas a tratar de hacer uno en casa con los viejos imanes de la caja. No pude. Fallé inmisericordemente una y otra y otra vez:el imán siempre acaba cayéndose, descompensándose o dando un giro inesperadohasta que terminaba pegándose al que se suponía que lo tenía que mantener en el aire.

150 años antes,Samuel Earnshawya había pronosticado mi fracaso; aunque, evidentemente, mi yo de diez años no tenía ni idea. El teorema de Earnshaw,como nos explica Ernesto Martín, viene a decirnos “es imposible mantener objetos cargados o imanes en equilibrio mediante fuerzas eléctricas, magnéticas o gravitatorias estáticas”. No quiere decir que sea imposible encontrar puntos de equilibrio, sencillamente que los que encontremos serán inestables.

Es decir, que no podemos controlar campos magnéticos a distancia. Pues bien,un equipo de la Autónoma de Barcelona y la Universidad de Sussex afirmaahora quees capaz de buscarle las vueltas a Earnshawy eso, aunque no lo parezca, es una noticia maravillosa.

Puestos a cancelar, cancelemos los campos magnéticos

En el estudio publicado enPhysical Review Letters, los investigadores explican cómo han construidoun metamaterial magnético activo que puede emular el campo magnético de un cable de corriente directa a distancia; es decir, que permite crear una red muy tupida de campos magnéticos que logra contrarrestar los efectos del campo magnético dado.

Se había conseguido antes, pero en entornos experimentales y a frecuencias mucho más altas. “Hemos descubierto una forma de eludir el teorema de Earnshaw que mucha gente no imaginaba que fuera posible", decíaMark Basonde la Universidad de Sussex. Y es que efectivamente, esta parecela primera vez que se logra en bajas frecuencias y campos estáticos, como las frecuencias biológicas, lo que desbloqueará una gran cantidad de aplicaciones útiles.

En este sentido, “a distancia” es lo más interesante porque, como señalaRosa Mach-Batlle, investigadora de la Universitat Autónoma de Barcelona y autora principal, “controlar el magnetismo de forma remota quecreemos que podría tener un impacto significativo en las tecnologíasque se basan en el campo magnético distribución en regiones inaccesibles, como el interior del cuerpo humano”.

En efecto, los escáneres médicos que usan campos magnéticos sufren los problemas del teorema de Earnshaw día sí y día también. El magnetismo inherente de los sistemas biológicos supone un ruido de fondo que hace que los diagnósticos sean menos precisos de lo que pudieran ser. Hay muchas más aplicaciones posible a este tipo de tecnología: desde la computación cuántica al uso de nanorobots con fines médicos, perolas implicaciones diagnósticas estarían tan al alcance de la mano que es emocionante.

Imagen | Dan Cristian