Hasta 500.000 nacimientos menos: el dramático impacto del coronavirus en la natalidad
Andrés P. Mohorte
Confinadas durante dos meses en el interior de sus hogares, miles de parejas podrían haber caído en la tentación de practicar más sexo.La ideade unbaby boomque multiplique los nacimientos a nueve meses vista se ha convertido en un meme recurrente en redes sociales y conversaciones diarias. La realidad del coronavirus, sin embargo, podría ser menos halagüeña. En lugar de unboom, una contracción.
Los datos. Los ofrece una reciente investigaciónde Brookings: sólo en Estados Unidos la contracción de nacimientos podría oscilar entre los 300.000 y los 500.000. Los motivos son variados y todos ellos muy interesantes. La mezcla de una epidemia que ha obligado a un confinamiento pronunciado y el estrés resultante de la crisis económica supondrán dos trabas inevitables a la fertilidad.
¿Por qué?Por la evidencia histórica. El trabajose fijaen lo sucedido en dos crisis paralelas y similares: la Gran Recesión de 2008 y la gripe española de 1918. Las cifras de la primera son muy elocuentes. Si en 2007 la fertilidad estadounidense se situaba en los 69 nacimientos por cada 1.000 mujeres entre los 15 y los 44 años, en 2012, cuatro años después delcrack, la cifra había caído a los 63 por cada 1.000 mujeres.
En 9% menos. En torno a 400.000 niños que no nacieron. Similares correlaciones se pueden encontrar en la epidemia de principios de siglo. Porcada oleadade gripe, los nacimientos se hundieron.
El impacto. En esencia, los repuntes de natalidad son “procíclicos”, suben cuando la economía tiende a ir por el buen camino. Exactamentelo contrariode lo que podemos esperar en los próximos años. Otro efecto relevante: es posible que los divorcios hayan aumentado por culpa del confinamiento, como la experiencia china dicta. La convivencia prolongadaha resultadono ser buena idea para muchas parejas.
¿Bodas?Pospuestas. ¿Planes de independencia para parejas jóvenes? Anulados, cuando no revertidos por la crisis. ¿El sexo? Mejor nohablar.
En España. Las situaciones de estrés, en general, no contribuyen a afianzar la fertilidad de un país. Si le sumamos la distancia social y los conflictos de convivencia, estocada mortal. España no es diferente. LoexplicabaAntonio Izquierdo, catedrático de Sociología, en EFE hace algunos días: “La natalidad se va a desplomar, porque en medio de la incertidumbre no se tienen hijos”. A los factores previos debemos sumar la interrupción de miles de tratamientos de reproducción asistida,como cuentaEl País:
Y esto en un trimestre. A largo plazo su impacto, si bien reducido pero no insignificante en el saldo fértil global de España, podría ser dramático: el 30% de las madres y el 47% de los padres primerizos superan ya los 35 años (porque tenemos los hijos cada vezmás tarde).
Tendencia larga. El golpe será dramático en un contexto de fertilidaddesplomada. Al margen de la economía, los nacimientos llevancayendoen Europa desde mediados del siglo pasado. Sólo la inmigración (tienen más hijos) ha logrado levantar algunas tasas o sostener la caída. En España ni siquiera ha sido suficiente: 2018 fueel primer añoen nuestra historia en el que murieron más personas de las que nacieron. Una inquietante estadística que, 2020 mediante,no cambiaráa corto plazo.
Imagen:Koa Pham/Unsplash