Hernández, Traoré, Wang, Müller: el mapa de los apellidos más comunes en cada país del mundo

Andrés P. Mohorte

Pese a que losnombres propioshan acompañado al ser humano desde los albores de la civilización, el origen de los apellidos es más reciente y, en función de la cultura, dispar. Se sabe, por ejemplo, que en buena parte de Europa se utilizaban apodos y apelativos distintivos hastabien entradala Edad Media, y que sólo durante la modernidad se implementaron los apellidos tal y como los conocemos hoy. También sabemosque en Chinala práctica tiene un rastro milenario.

A día de hoy todos los estados ordenan a sus ciudadanos en función de un nombre, elegido a voluntad por los padres, y un apellido, adoptado por herencia familiar. Es este último el que condensa más información sobre nuestros orígenes, sobre nuestra lengua y, en ocasiones, sobre los lugares de procedencia o los oficios de los que provenían nuestros antepasados. Estudiar los apellidos implica estudiar la lengua, pero también la antropología, la historia y la sociedad.

Por supuesto, cada país cuenta con los suyos propios, sobre los que sobresalen un puñado de ellos. En España son bien conocidos: losGarcía,Rodríguez,González,Pérezy compañía predominan sobre otros más particulares. ¿Pero cuáles son los más comunes en cada rincón del planeta?Este mapa elaborado por NetCreditexplora los apellidos predominantes en cada país del mundo, y los cataloga en función de su procedencia.

Así, los ocupacionales están marcados en amarillo, las descripciones personales en azul claro, los toponímicos (que denotan procedencia de un determinado lugar) en rosa, los patronímicos (del padre o antecesor) en rojo, y los demás en azul o blanco. Para la elaboración de los gráficos, los autores se han valido de censos nacionales, estudios académicos y documentos históricos. La información no es exacta, dado que en ocasiones las fuentes tampoco lo son, pero representa una buena aproximación al mapa global de los apellidos humanos.

¿Y qué podemos descubrir a través de él? En Europa, por ejemplo, la sorprendente predominancia de los oficios. Alemania y Ucrania están repleta de antiguos molineros (Müller,Melnik) y Gran Bretaña de herreros (Smith). En los países latinos y nórdicos los apellidos predominantes son patronímicos, es decir, hacían referencia históricamente a los progenitores (García, deGarcés, en España;Martinen Francia;Rossien Italia;AnderssonyJensen, de Anders y Jens, en Suecia y Dinamarca).

En Latinoamérica, predominan los patronímicos por herencia hispánica. Hernández es el más común de México, López de Guatemala, Rodríguez de Cuba, González de Argentina, Rodríguez de Colombia. Tres excepciones significativas:Quispese impone en Perú (origen quechua, “transparente” o relacionado con lo cristalino);Mamamien Bolivia (aimara, “halcón”); y Da Silva en Brasil, herencia portuguesa, no patronímica sino geográfica (“del bosque”).

El listado es tan largo como el de los países y las culturas que componen el mundo, y merece la pena perderse en las etimologías de cada uno de ellos. África y Asia presentan un equilibrio más nítido entre descripciones personales, de carácter o físicas, o patronímicas, con llamativas excepciones.