Incendios forestales, huracanes, olas de calor y hielo bajo mínimos: acabamos de sufrir el septiembre más caluroso jamás registrado
Javier Jiménez
Incendios forestales en California, una temporada de las temporadas de huracanes más activas que se recuerdan y lasegunda menor extensión de hielo ártico desde que tenemos registrosy enormesolas de calor en partes de Europa, Australia y Oriente Medio. Y es que el mes pasado fueel septiembre más caluroso jamás registrado en el planeta Tierra,según los datos del Servicio Europeo de Cambio Climático.
Septiembre de 2020se situóun 0.05 grados por encima de la temperatura de septiembre de 2019, el anterior récord; y 0,63 por encima de la media de todos los septiembre que van entre 1979 y 2010. Con éste,ya son tres los meses de 2020 que superan las temperaturas promedio. Otrascosas más urgentes nos han distraído y con razón, pero el calentamiento climático sigue aquí, entre nosotros.
Cinco de cinco
La semana que viene los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) completarán la imagen climática de septiembre, peor lo que sabemos hasta ahora no pinta nada bien. De hechola NOAA ya ha reconocidoque pese a que las metodologías europea y norteamericana son distintas, las conclusiones son las mismas:las temperaturas globales han seguido aumentando este septiembre.
Y lo seguirán haciendo. Las predicciones de la NOAAsugierenque, con “un 99,9 por ciento de certeza”, 2020 será uno de los cinco años más calurosos jamás registrados. Y de ser así, los termómetros del planeta seguirán dejando en evidencia quelos últimos cinco años del registro son,como siempre desde hace tiempo,los cinco más calurosos del registro.
La irrupción del COVID-19ha supuesto la parada en seco de muchos de los acuerdos e iniciativas sobre la descarbonización. La crisis económica y social que se espera durante los próximos meses y años promete alargar ese parón. Mirándolo estrictamente desde el punto de vista de las emisiones de carbono, no es un problemaper se: la última crisis ayudó a contenerlas (aunque a un costo desproporcionado). Sin embargo,nos da la oportunidad de pensar sobre ellasy reconducir nuestros esfuerzos (financieros,políticos, sociales y científicos) ante un problema que no va a desaparecer.
Imagen | Levan Badzgaradze