La escasez de componentes también llega a las baterías de los coches eléctricos: habrá falta de materiales para fabricarlas

Miguel López

La maquinaria para que el vehículo de combustión sea cosa del pasadose ha puesto en marcha en Europa. Ahora la prioridad es producir coches eléctricos, y para tal efecto los principales fabricantes ya tienen planes de abrir hasta 50 fábricas en el continente dedicadas a la producción de baterías para esos coches (Volkswagentendrá una en España). Pero hay un problema:la demanda de los materiales necesarios para esas baterías es demasiado grande.

Muchas fábricas, pero poco material

Reuters comentael dilema recogiendo datos de estimaciones recientes de Ultima Media.Falta litio, níquel, manganeso y cobalto(entre otros), y marcas como Volkswagen o Daimler ya compiten fuertemente para hacerse con las existencias que queden disponibles mediante contratos de exclusividad en algunos casos.

Se ha invertido demasiado en las fábricas que producen baterías y demasiado poco en la extracción de las materias primas que se necesitan: si ponemos el cobalto como ejemplo nos encontramos con unas extracciones en muy duras condiciones humanas yun tiempo de siete años para abrir nuevas minas. Y conlo que está pasando en los puertos, la importación de todos esos materiales se complica.

Las compañías Europeas, afirman desde Ultima Media, creían que el problema se solucionaría importando baterías desde otros mercados pero se han dado cuenta de que la escasez es global. Los efectos podrían incluiruna mayor lentitud en la fabricación de los coches eléctricos, así como encarecer los coches eléctricos.

Ante esto ya se ven algunas alternativas comoel reciclaje de materiales usados, pero desde la fuente también comentan que sólo cubriría de un 10 a un 20 por ciento de la demanda con China yendo muy por delante en ese aspecto.

Tambiénhay esperanzas puestas en nuevos tipos de baterías: las hayde sodiocon tiempos de carga muy interesantes, demetal alcalino-cloroo deánodos de silicioentre otras solucionesde estado sólido. Pero queda claro que, aún con toda la voluntad de fabricar coches eléctricos, poder tener materiales para fabricar sus baterías va a ser todo un reto.

Imagen |Markus Spiske