La misión número 100 del Falcon 9 de SpaceX ha sido la de poner en órbita este curioso satélite con forma de “casita”

Anna Martí

El nivel de los océanos crece de manera inexorable con elcambio climáticoy cada vez tenemos más datos y pruebas de quehay incluso poblaciones amenazadas por ello. De ahí que el estudio de este crecimiento sea cada vez más importante y que se haga desde el espacio, desde ahora con más atención con elsatélite Sentinel-6 Michael Freilich.

Esta misión forma parte del programa Copernicus de la Unión Europea de observación. En concreto, Sentinel-6 se encargará de monitorizar los niveles del mar enel 95% del océano, además de proveer de información atmosférica para poder realizar mejores modelos climáticos.

Un centinela más avanzado para ver con precisión cómo crecen los océanos

El pasado sábado a las 17:17 UTC un coheteFalcon 9elevó al espacio esta carga que tiene una curiosa forma de “casita” y que veíamos salir eyectado al espacio desde el mismo cohete el mismo 21 de noviembre. Era ademásla misión número ciendel Falcon 9, como destacaron enNaukas(y la 66ª vez que se recuperaron partes del mismo).

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Como explica laNASA, Sentinel 6 Michael Freilich recibe este nombre por el ya desaparecido director de la División de Ciencias de la Tierra de la agencia espacial norteamericana, que encabezó las observaciones desde el espacio que se han hecho desde la misma. Según destacó Josef Aschbacher, director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, fue clave para promover el estudio de los océanos en relación al cambio climático a nivel global ya que “el aumento del nivel del mar no entiende de fronteras”.

Elpeculiar diseño de Sentinel 6se debe a la especificidad de su cometido, concretamente debido a tener que apuntar hacia la Tierra de manera constante parte de su instrumental. El “techo a dos aguas” lo forman los paneles solares, que no están en dos brazos a los lados como solemos ver, y desde su situación a una órbita de 1.336 kilómetros de altura y 66 grados de inclinación podrá medir el nivel del mar en el 95% del mismo cada diez días.

Para esta misión Sentinel 6 utilizaráel radar altímetro de apertura sintética que incorpora, Poseidón 4 (construido por la ESA). Este instrumento medirá la altura usando dos frecuencias, de modo que puedan corregirse las interferencias ocasionadas por la ionosfera terrestre.

La ionosfera no es el único de nuestra atmósfera que dificulta este estudio, también está el vapor de agua. Es por ello que también incorporaun radiómetro de microondas(Advanced Microwave Radiometer–Climate Quality, AMR-C) para salvar las mediciones del retraso que el vapor supondría en los pulsos del radas, y que supone una delas principales mejoras con respecto a satélites previosjunto con el retrorreflector láser (LRA, para tratar de corregir la incertidumbre en la posición de Sentinel 6).

Aunque pueda parecer la casita de un cuento, este satélite no es pequeño y pesa 1.192. Tiene capacidad de almacenar hasta 496 Gbits de datos y podrá transmitir unos 1.200 Gbits diarios durante (se calcula) siete años.

Conocer mejor el daño que hemos hecho (y estamos haciendo)

Ya dijimos queel cambio climático no es un asunto del futuro, sino que es algo muy presente. Está causando undeshielocada vez más acelerado y evidente, y como ya dijimosal hablar de cómo se ven los eventos del clima extremo desde el espaciola idea con estas misiones es contribuir a anticipar en la medida de lo posible lo que está por llegar con las predicciones yque éstas sean cada vez más exactas.

En esta misión han participado empresas de distintos países y continentes, desde Airbus para la construcción hasta las agencias espaciales europea y estadounidense, además de laNOAA(National Oceanic and Atmospheric Administration). En unos cinco años, hacia 2025 la UE esperapoder lanzar un mellizo de Sentinel 6, de ahí que a este primer satélite se le conozca como Sentinel 6A y el próximo sea Sentinel 6B.

Imagen |NASA