La que puede ser la fábrica de monedas más antigua del mundo se ha encontrado en China: los restos tienen 2.600 años, según sus investigadores
Anna Martí
Se considera que hace unos 165.000 años desde que el ser humano como tal (Homo sapiens sapiens) tuvo un comportamiento moderno, es decir, que empezó a controlar su entorno. Esto es gracias a los hallazgos de flechas, herramientas, arte y otros utensilios que poco a poco han ido poniendo fecha de inicio a lo que posteriormente serían costumbres o actividades, y ahora al parecerse ha encontrado la fábrica de monedas más antigua del mundo.
Lo han hecho en una excavación en los restos de lo que fue la antigua ciudad deGuanzhuang, donde previamenteya se encontró un taller de fundición de bronceque habría sido utilizado entre los años 770 y 650 a.C. En este caso sitúan la fabricación de monedas después de ese momento, pero igualmente se podría tratar del hallazgo más antiguo de este tipo.
La pista: unas palas
Lainvestigación, publicada en la revistaAntiquityde Cambridge. Según apunta el arqueólogo Hao Zhao (director de la investigación) y su equipo, este hallazgo da a entender que las primeras monedas no fueron acuñadas en Turquía o Grecia como se pensaba, sino en China. Concretamente en algún momentoentre los años 640 y 550 a.C., con lo que haría unos 2.600 años.
Las monedas no son exactamente como las solemos imaginar, es decir, un objeto metálico y circular, sino que es lo que se conoce comomoneda pala, dinero pala o moneda espada, asociado ala dinastía Zhou(1045 a 256 a.C.).
La determinación de la antigüedad de estas monedas pala se hizo mediante carbono 14 y se han encontrado, de momento, dos de ellas, junto a sus herramientas de fabricación, más instrumentos. Además, una de ellas estaba casi en perfectas condiciones, según han puntualizado.
Para fabricarlas se partía de dos moldes y una cuña de arcilla para crear un hueco en la parte del mango. Posteriormente, una vez el bronce de la pala se había enfriado y solidificado, se rompían los moldes, resultando una moneda de unos15,24 x 2,5 centímetros y 27 gramos.
Según ha destacado Bill Maurer enNational Geographic, un profesor de antropología de la Universidad California Irvine que no ha participado en la investigación, se trata de un descubrimiento destacable porquenormalmente no se encuentran monedas junto a los utensilios de fabricación. De ahí que se le pueda haber dado contexto a estas monedas pala y que en este caso apunten a ser las más antiguas que se han encontrado.
No se acaba el debate
Aunque es un hallazgo interesante, no faltan voces discordantes. Zhao alude a que su hallazgo es más antiguo que el que hasta ahora se considera el lugar de fabricación de monedas más antiguo encontrado, el reino de Lidia, apuntando a los años entre 575 y 550 a.C., pero hay expertosque apuntana que la fabricación data de hasta 1.300 años a.C, y George Selgin, director delCenter for Monetary and Financial Alternatives at the Cato Institute, opinaba (también en National Geographic) que el descubrimiento no significa que sea China el lugar donde se produjeron monedas más antiguamente, puntualizando queno está claro que sean restos más antiguos que los lidios.
Sea o no el más antiguo, el descubrimiento de esta antigua fábrica o taller de monedas pala da lugar a especulación por parte de los propios investigadores y otros expertos. Zhao llega a apuntar que debido a la localización de dicho taller, en teoría próximo a lo que sería una sede de un posible gobierno local,la fabricación de monedas podría estar ligada a dicha administración, pero es algo que no está probado y que necesitaría más investigaciones para poder establecer un vínculo más claro.
En todo caso, es un descubrimiento llamativo e interesante per se, como vimos conel ordenador más antiguo del mundo, quetiene más de 2.000 añoso el que se considerael mapa más antiguo de Europa, de hace más de 3.500 años. Y hablando de mapas, curiosamente hace poco vimos comoun mapa del siglo VII era útil aún para encontrar restos vikingos, así que por mucho que creamos tener visto nuestro planeta aún parece que nos quede por descubrir (y de nosotros mismos).
Imagen |David Hartill