La sanidad de Lombardía, un 9,9 sobre 10 en el ránking mundial, está colapsada por el coronavirus

Andrés P. Mohorte

Durante el pico más alto de infecciones por coronavirus, la provincia de Hubei se quedó sin camas. Miles de enfermos se aglomeraban en los pasillos, incapaces de encontrar un doctor que atendiera a sus males. China inició entoncesla construcciónde hospitales de campaña, improvisados en apenas diez días, capaces de alojar a decenas de miles de pacientes.

El tiempo pasó. China redujo sus casos. Ahora Italia y Europa corren el mismo riesgo.

Más casos. Italia ha alcanzado esta semana los12.000 enfermos. Es el segundo país del mundo donde más contagios se han registrado. La mayor parte de pacientes se concentran en el norte del país, una de las zonas más ricas y desarrolladas del mundo. Y pese a ello, la capacidad hospitalaria ha sido manifiestamente insuficiente.

Sin UCI. El ejemplo más claro lo ofrece Lombardía. “No hay más camas en cuidados intensivos”,explicabaGiorgo Gori, alcalde de Bérgamo, el martes. En ciudades como Cremona, muy afectadas, el hospitalha tenidoque triplicar el espacio dedicado a la UCI ante la avalancha de pacientes (unos 35 al día). En toda la región hay unas1.100 camasde cuidados intensivos, por más de 5.000 infectados por coronavirus.

Lleno. Los relatos que llegan desde allí son poco alentadores, y dibujan un escenario de pacientes desatendidos, médicos exhaustos y centros a rebosar. Hace días, un médico local, Daniele Macchini, compartíaun texto(se puede leer en inglésaquí) posteriormente viralizado:

Ayer, el jefe del departamento de enfermedades infecciosas en el hospital de Sacco, en Milán, explicaba lo siguienteen el Financial Times: “No sé por cuánto tiempo mas puede aguantar el sistema, no quiero ni pensar en cómo puede terminar todo esto. Nosotros estamos aguantando, pero otros hospitales están mucho peor”.

Excelencia. Y esto está sucediendo en Lombardía, una región cuyo sistema sanitario se cuenta entre losmás avanzadosdel planeta. Frente a sus 3,7 camas por cada 1.000 habitantes, o las 4 de Emilia-Romagna, Calabria y Campagna apenas cuentan 2,9 y 3 por cada 1.000 habitantes. Su riesgo de colapso es mucho mayor en el eventual caso de que la epidemia asalte el Mezzogiorno, muchomás pobre.

Elecciones. Los recursos son limitados, lo que obliga a decisiones dramáticas.No se puedeatender a todos. Hay que elegir. Ni se tienenlas suficientesmáquinas de respiración ni se cuenta con los suficientes médicos. La gravedad es tal que el colegio nacional de cuidados intensivos ha publicado unaguía(PDF) sobre qué enfermos priorizar.

Lo que obliga, inevitablemente, a dejar de lado a otros. En ocasiones con consecuencias letales.

Los demás. Este y no otro,como vimos, es el gran riesgo al que se exponen todos los países. Un sistema sanitario incapaz de tratar a todo el mundo. España tienemenos camaspor 1.000 habitantes que Italia (2,9), con una alta variabilidad regional (3,8 en Cataluña vs. 2,1 en Andalucía, pasando por las 2,7 de Madrid). Es un mal punto de partida para una crisis que, de alcanzar la dimensión italiana, sería logísticamente terrible.

La primera pista del auténtico problema: España necesita1.000 respiradoresde urgencia, pero no tiene dónde encontrarlos (aunque Chinaha decididodonar material, como ya hiciera con Italia). Es miedo es compartido por otros países, comoEstados Unidosysu distópicosistema sanitario, oReino Unido, con 2,54 camas por cada 1.000 habitantes.

Imagen: Luca Bruno/AP

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