Las tormentas solares plantean el “apocalipsis de internet”: los grandes cables submarinos son demasiado vulnerables

Javier Pastor

Parece el argumento de una película de Michael Bay. Se produce una gran tormenta solar y de repente,el apocalipsis: nos quedamos sin internet. Las comunicaciones podrían colapsar, y ese escenario que parece distópico es en realidad una posibilidad menos remota de lo que nos gustaría pensar.

Así lo aseguran científicos de la Universidad de California quehan habladode cómouna eyección de la masa coronal del sol provocaría una onda de radiación que dejaría KOa la red GPS pero que también podría causar estragos en losgrandes cables submarinosque son parte fundamental del esqueleto de internet.

Tenemos malas noticias y buenas noticias. ¿Cuáles quieres primero?

Los investigadores que han realizado el estudio analizaron el posible impacto de esa gran tormenta solar, y al hacerlotenían buenas y malas noticias.

Las buenas noticias es quela infraestructura local y regional de internet no se vería especialmente afectada: la fibra óptica es básicamente inmune a las corrientes inducidas geomagnéticamente.

Las malas son, en realidad, muy malas. Aunque esa infraestructura local no se vería (prácticamente) afectada,el riesgo sería mucho mayor para los cables submarinosque conectan continentes ytransmiten un enorme caudal de datos.

Una tormenta solar podría afectar a varios de esos cables ycausar una pérdida masiva de la conectividad, haciendo que países enteros se vieran aislados y desconectados de fuentes de datos a pesar de poder tener conectividad local.

Las eyecciones de masa coronal son (afortunadamente) poco frecuentes

Para estos científicos “nuestra infraestructura no está preparada para un evento solar de gran escala. Tenemos una comprensión muy limitada del alcance que podrían tener los daños”.

Ha habido de hecho pocos eventos de este tipo registrados en nuestra historia. Se conoce el que tuvo lugar en 1859, llamado ‘Carrington Event’, y que provocó quelas agujas de las brújulas bailaran de forma descontroladay también que se vieran auroras boreales en el ecuador, en Colombia.

En 1989 una tormenta solar moderada tumbó la red hidroeléctrica de Quebec y causóun apagón de nueve horasal nordeste de Canadá, pero por entonces internet estaba en pañales.

Por qué los cables submarinos son tan vulnerables

El problema con los cables submarinos es que en su construcciónse incluyen repetidoresque se sitúan a distancias de entre 50 o 150 km dependiendo del cable. Con ellos es posible amplificar la señal y evitar pérdidas de información.

El problema es que los componentes electrónicos deesos repetidores sí son vulnerablesa las corrientes inducidas de forma geomagnética, y varios fallos en varios repetidores podrían hacer que la conectividad en ese cable submarino se perdiese de forma parcial o completa.

Según el estudio, las latitudes altas son las más expuestas a este tipo de grandes tormentas solares, y eso hace que por ejemploAsia esté menos expuestaya que Singapur, que es “concentrador” de muchos cables submarinos, está situado cerca del ecuador.

La cosa cambia con los cables que cruzan el Pacífico y el Atlántico y que podrían estar más en riesgo si están situados en esas latitudes. Es posible quegracias al diseño redundante de internet se pudieran aliviar las desconexiones, pero muchos servicios básicos como el DNS podría quedar KO por esta circunstancia y afectar de forma severa a las comunicaciones.