Lidl ha sacado unas zapatillas con sus colores corporativos. Se están revendiendo a 500€

Andrés P. Mohorte

Ensombrecida por el incontestable dominiode Mercadona, Lidl es una de las marcas más populares en el resto del continente europeo. Sus semanas temáticas y productos especiales gozan de un excelente recibimiento. La cadena ha logrado construir una imagen de marca que bordea el culto. Una prueba reciente: acaba de lanzar una línea de ropa con sus logos y colores corporativos. Y se ha desatado la locura.

La línea. Consiste en una serie de productos textiles bastanteordinarios. Una camiseta blanca con su gigantesco logotipo; unos chulísimoscalcetines; unas sandalias escandalosamente horteras; y unas zapatillas de colores imposibles. Todos ellos a muybajo precio(entre los 0,99€ de los calcetines y los 14,99€ de las zapatillas). No se han comercializado en todo el continente, sino en una serie limitada de países, como Finlandia, Países Bajos, Alemania oBélgica.

Lidl sort une collection brandée Lidl, et franchement ceux qui ont acheté des t-shirt Evian trop grands de chez Rad, je veux rien entendre.pic.twitter.com/LX8zKnH9kp

La locura. Hasta aquí, nada extraordinario. Lidl lleva años comercializando ropa y calzado, tambiénen España. Sucede que la fiebre mitómana ha llevado al agotamiento de existencias primero… Y a la reventa desproporcionada después. Las zapatillas han causado especial furor. En Finlandia, según un periódicolocal, se formaron largas colas al punto de la mañana en búsqueda de un esquivo par.

Las escenas debieron ser pasmosas. Los tradicionalmenteretraídosy tímidos finlandeses desesperados por unas zapatillas, incumpliendo las recomendaciones de distancia social por la epidemia. Según el empelado de una tienda, los estantesse vaciaronen diez segundos. Fue una jungla. Lasescenasque circulan por redes evidencian la locura.

La reventa. De primero de economía: el valor de un producto se dispara cuando hay muy poca oferta y una demanda desproporcionada. Las zapatillas rápidamente saltaron al mercado de reventa. Es posible encontrarlaspor 50€yhasta 500€en el eBay alemán, donde también se han agotado. En Wallapop un hábilemprendedorlas ofrece al módico preciode 110€: “Nuevos sin estrenar. Envío muy seguro desde Alemania (…) También tengo calcetines y chanclas. Pague con PayPal si es posible”.

En Tori, el Wallapop finlandés, alcanzanlos 300€.

Imposible. A esta hora, hacerse con algún producto de la línea se ha convertido en tarea imposible. Bélgica contaba con algunas unidades, pero todos sus productos (camisetas, chanclas, calcetines, zapatillas) se hanevaporado. Entre tanto, Lidl haplanteadocomercializar las prendas en otros países. Uno de ellos es Irlanda, donde, al parecer, la cadena ha recibido repetidas einsistentessolicitudes para ello.

Ascendencia. ¿A qué se debe semejante fiebre? Quizá al círculo interminable de la ironía. Catálogos que antaño nos hubieran parecido horripilantes,como este, hoy sonchic. O a que hay verdadera, verdadera pasión por Lidl en toda Europa. Uno sólo podría imaginar qué sucedería si Mercadona optara por lanzar una pequeña línea de ropa. Quizá, como está sucediendo con Lidl, también se convertiría en un objeto de culto, en una pieza de coleccionista. Será el poder delas marcas.

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