Los “cachorros espaciales” nacidos en la ISS aclaran dudas sobre los potenciales riesgos de la fertilidad en el espacio

Javier Pastor

En la NASA sabían desde hace tiempo que el espermahace cosas rarasen el espacio. Tampo ayuda la radiación, que es potencialmente dañina, así quesaber qué ocurre con la fertilidad en el espacio es importantepara futuras misiones espaciales de larga duración.

Un experimento con esperma de ratones ha permitido aclarar dudas tras estar congelado y almacenado en la Estación Espacial Internacional durante seis años. Ahorahan nacido pequeños cachorros espacialesa partir de ese esperma en la Tierra, y todos están saludables.

Ratoncitos espaciales que está tan sanos como los terrestres

No hay respuestas clarassobre la fertilidad espacial: que una mujer se quede embarazada en el espaciogenera dudas sobre si las condiciones allí podrían afectar y dañar al feto, y tratar dedescubrirlo es importante de cara a futuras misiones en las que los seres humanos pasen largas temporadas en el espacio.

Para tratar de averiguar más sobre esta cuestión un proyecto de investigación hizo que setomaran muestras de esperma de ratonespara luego guardarlo en viales sellados que se congelaron.

Parte del material se envió a la ISS y parte se quedó en la Tierra, yesas muestras permanecieron casi seis años en la ISSpara luego volver a nuestro planeta.

Tras hacerlo, buenas noticias. El esperma sirvió para impregnar a ratones en la Tierra y esos cachorros con ese esperma espacial nacieron saludables.Incluso los nacidos de esos ratones también estaban completamente sanos, y los expertos revelaron que los cachorros “no mostraron diferencias comparados con los cachorros de control de la Tierra”.

Este proyecto da pie al envío de otros tipos de esperma al espacio para futuras misiones ya que mantener una población saludable en misiones a largo plazo requiere que haya diversidad. De hecho los expertos apuntan a que este descubrimiento esimportante para savaguardar y preservar material genético fuera de nuestro planeta.

Imagen |Unsplash

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