Los cielos de Marte llevan la contraria a los de la Tierra: allí veríamos atardeceres azules y días rojos
Anna Martí
Aún no hemos pisado Marte, pero que lo hayan hecholos distintos rovers que se han conseguido enviar hasta allínos permite imaginarnos un poco el día a día allí. Ya no tanto hacer un Matt Damon en’The Martian', pero sí por ejemplo par apoder vertormentas de polvo,cráteres,hieloo inclusoatardeceres en Marte.
Eso sí, cuando hemos podido verlo en las imágenes quenos daba la NASAsiempre han mostradoun atardecer azul, con tonos especialmente fríos tratándose del que conocemos como Planeta Rojo. Aunque se trataba de interpretaciones y tratamientos posteriores, todo tiene una explicación, así que veamos por qué tenemos atardeceres rojizos en el Planeta Azul y los tienen azulados en el Planeta Rojo.
Casi 15 años viendo el Sol perderse entre los montes marcianos
En 2015 vimos, gracias a la cámara Mastcam100 del roverCuriosity, este ocaso marciano sobre una de las colinas que conforman los límites del cráter Gale. Tres años después de posar sus ruedas sobre Marte nos enviabasu primera puesta de Sol en Marte, el 15 de abril, momento en el cualhablamos de ello.
Aunque en realidad no era ésa la primera vez que un vehículo propio en suelo marciano nos proporcionaba esas vistas. El 23 de abril de 2005, el rover Spirit cazó yala imagendel Sol poniéndose en el cielo de Marte, concretamente en el cráter Gusev. Una imagen que además aportaba información sobre el crepúsculo marciano, aprendiendo que en Marteel atardecer es más largoque en la Tierra (unas dos horas).
Como ya comentamos tras las fotografías delCuriosity, las imágenes capturadas por estas cámaras llegan a los ordenadores de la NASA en blanco y negro, y que posteriormentese procesan y colorean. Y lo que veíamos en la mayoría de casos es que las fotos que se compartían era de un azul y gris fríos, muy distintos de esa atmósfera anaranjada y rojiza que hasta el momento solíamos visualizar para nuestro planeta vecino.
De hecho, el astrofísicoBrian Koberleinjustamente comparaba estas dos estampas: el ocaso terrestre y el marciano, y además explicaba por qué probablemente veríamos esos tonos en el de Marte. La clave:la dispersión de la luz en las atmósferas de cada planeta.
Dos mundos, dos dispersiones y un Sol
En la Tierra la atmósfera es relativamente densa y se da un tipo determinado de dispersión llamadodispersión de Rayleigh, correspondiente a la que sufre la luz visible o cualquier otra radiación electromagnética por partículas de tamaño muy inferior al de la longitud de onda de los fotones que se dispersan. Es la que hace que el cielo se vea azul, y que las longitudes de onda azules (más cortas) tiendan a dispersase mucho más que las rojizas es la clave de esos preciosos tonos anaranjados del atardecer.
Cuando el Sol está ya bajo, sus haces de luz tienenun camino más largo a recorrer a través de la atmósfera. Durante ese camino los fotones se dispersan debido a las moléculas atmosféricas, pero ocurre de manera aleatoria y en todas las direcciones.
Dado que los azules se dispersan mucho más que los rojos,la mayor parte de luz azul se dispersa, dejando que la roja sea la que capturen nuestras retinas. Es decir: a mayor recorrido, más fotones azules se dispersan y menos captamos, lo cual ocurre cuando el Sol empieza a aparecer o a irse en la Tierra.
En Marte hayuna atmósfera mucho menos concentrada, de ahí que la dispersión de Rayleigh se dé en bastante menor medida. Pero además influye el hecho de que la gravedad es mucho menor y el que su superficie sea mucho más seca y polvorosa.
Es por ello que su atmósfera suela estar invadida de finas y numerosas partículas de polvo, las cuales tienen un tamaño más cercano al de la longitud de onda de la luz visible. De ahí que entre en juego ladispersión de Mie, la cual no es aleatoria como la de Rayleigh, y lo que ocasiona es que las longitudes de onda largas (rojos) se dispersen más uniformemente, mientras que las cortas (azules) lo hacen en ángulos menores. Es decir,predomina el azul frente al rojo.
La dispersión de Mieno es algo ajeno a la Tierra, dado que también ocurre aquí (tiene “culpa” de los amaneceres más rojizos). Pero se da de una manera menos eficiente que la de Rayleigh, de manera que no es lo suficientemente fuerte para que haya atardeceres azules (aunque sí paralunas azules).
Además,explicabael meteorólogoMario Picazoque la luz tiene menos intensidad en Marte al estar más lejos del Sol, y que el disco solar del Planeta Rojo se reduce a 0,35 grados (mientras el de la Tierra es de 0,5 grados). Y como añadía Mark Lemmon, de la Texas A&M University y miembro del equipo científico del Curiosity, durante el día en Marte el cielo está anaranjado porquela luz solar destaca lo oxidado del polvo.
¿Veremos más atardeceres de otros planetas? Es difícil pensar en ello por las distancias y las condiciones de sus atmósferas (el caso de Júpiter, por ejemplo), pero quién sabe si lograremos ver el cielo con nuestros propios ojos como lo han visto los distintos rovers. Por ahora nos queda esperar lo que nos siga mostrando el roverPerseverance, de quien ya tenemossus primeras fotos a color(y alta resolución), elprimer vídeoe incluso hemos podidooír cómo rueda.
Imagen |NASA/JPL-Caltech/MSSS/Texas A&M Univ.,Freepik.