Los ‘hackers’ han ganado, y lo han hecho en público: su surrealista negociación con la compañía CWT ha sido exhibida en un chat
Juan Carlos López
ElransomwareRagnar Locker parece tener una eficacia casi quirúrgica. Este software malicioso pertenece a una categoría de programas dañinos conocida comomalware de rescate, y su estrategia es bien conocida: cuando infecta un ordenador o toda una red cifra sus archivos para impedir que su legítimo propietario pueda acceder a su contenido. Para recuperar el control de la información y volver a la normalidad la víctima se ve obligadaa pagar un «rescate»en una criptomoneda con el propósito de que la transacción no pueda ser rastreada.
Esto es, precisamente, lo que ha sucedido hace solo unos días a CWT, una compañía estadounidense de gestión de viajes de negocios y eventos que ha sido puesta en jaque por uno o varios piratas informáticos que han conseguido infectar con elransomwareRagnar Locker su red. Conocemos cuánto pedían inicialmente loshackers, cómo ha sido la negociación y cuánto dinero en bitcoines ha pagado finalmente CWT, pero lo más sorprendente es que toda su conversaciónha quedado registrada en un chatque finalmenteha sido exhibido en Twitter. Regateo incluido. Y no tiene desperdicio.
An interesting thing happened on the internet with week. U.S. travel management firm was hit with Ragnar Locker ransomware. The company agreed to pay and handed over $4.5 mln in bitcoinhttps://t.co/d993WjaXCFpic.twitter.com/VtSpV2rNyB
La sorprendente negociación, paso a paso
Desafortunadamente todos los días se producenmiles de ataques informáticosalas redes de las grandes corporaciones, y también a los ordenadores de los usuarios de a pie. Que una gran compañía se vea afectada por estas prácticas y decida pagar a loshackersresponsables para recuperar el control de su información no es noticia, pero que toda la negociación y el consiguiente regateo hayan sido expuestos públicamente, sí lo es.
La extorsión a la que se ha visto sometida CWT está actualmente en manos de las autoridades, pero es difícil que finalmente los investigadores den con los responsables porque loshackersque son capaces de atentar con esta eficacia contra una gran empresa, que posiblemente tendrá unas medidas de protección avanzadas,raramente dejan cabos sueltos. Y el rastreo del pago en bitcoines es prácticamente imposible de llevar a cabo. Más allá de todo esto lo impactante es que toda la negociación entre el representante de CWT y loshackersresponsables ha discurrido con una naturalidad insultante. Casi, incluso, con cordialidad.
En la captura que acabamos de ver loshackersaseguran a CWT haber infectado 30.000 equipos diseminados por su red mundial, y le proponen el pago de10 millones de dólares en bitcoinessi quieren conseguir el software de descifrado. Además, los piratas les aseguran que si llevan a cabo el pago borrarán de sus servidores toda la información confidencial que han robado a CWT, y, de propina, les recomendarán qué deben hacer para que no vuelvan a verse expuestos de esta manera en el futuro.
El representante de CWT responde que los 10 millones de dólares que les piden son excesivos ydemanda el precio especialque, al parecer, loshackersles han prometido en su primer mensaje. Y estos últimos argumentan que pagar les resultará más rentable que verse expuestos a la pérdida de reputación que conlleva la publicación de la información robada y a afrontar el coste del procedimiento judicial. Si CWT paga pronto, loshackersle harán un precio especial.
Comienza la negociación. CWT sostiene que está pasando un mal momento económico, insinuando que se está viendo afectada porla pandemia de COVID-19, y hace una oferta a loshackers: pagará3,7 millones de dólaresen vez del precio especial de 8 millones que los piratas solicitan. Estos últimos rechazan la oferta y proponen a la compañía estadounidense el pago de 4 millones de dólares inmediatamente para obtener el software de descifrado, y el abono posterior del resto del dinero para conseguir que loshackerseliminen de sus servidores los datos robados.
Al parecer, finalmente la negociación se cerró acordando que CWT pagaría4,5 millones de dólares en bitcoinespor el rescate de sus datos. Y el pago llegó a hacerse porque, como podéis ver en la captura anterior, loshackers, como habían prometido, envían a CWTuna detallada lista de recomendacionesque puede ayudar a esta compañía a prevenir futuros ataques de esta envergadura en el futuro.
Quizá lo más sorprendente de todo esto es la despedida, en la que ambas partes se dan las gracias con la misma cordialidad que habrían utilizado si hubiesen cerradoun negocio legítimo. De hecho, loshackersllegan a piropear a CWT agradeciendo al responsable de la compañía su profesionalidad. Si no tuviésemos la certeza de la naturaleza delictiva y de la seriedad de todo esto parecería que esta conversación podría haber sido extraída directamentede una película de Billy Wilder.
Imagen de portada |Reuters - Raphael SatterVía |Reuters