Madoriddo, Badahosu, Kasuteron: el mapa de las provincias españolas pronunciadas en japonés

Andrés P. Mohorte

Las infinitas peculiaridades históricas y culturales deJapónhan convertido al país en un pequeño objeto de culto para el resto de la humanidad. La sincera fascinación por sus tradiciones y costumbres sociales se ha explotado a través de obras literarias, cinematográficas y televisivas, muy en especial todas las relacionadas con la animación. Es posible rastrear una filia occidental hacia Japón. Y eso incluye al idioma.

Un dato para España es ilustrativo del magnetismo que ejerce la cultura japonesa sobre otros países: entre 2016 y 2018 todos los idiomas extranjeros ofertados por la Escuela Oficial de Idiomasobservaron una caídaen su número de estudiantes. Todos menos dos: el finlandés y… El Japonés. La presidenta de la asociación de profesores de Escuelas Oficiales de Madrid, Caridad Baena, lo atribuía a “la seducción que ejerce la cultura del manga y los cómics japoneses entre la gente joven”.

Sea como fuere, parece evidente que cada vez más españoles estudian o están interesados por Japón, su idioma y su cultura. Elinflujo nipónse traduce en ocasiones en una saludable vis cómica. Es imposible no esbozar una sonrisa cuando observamos a sus funcionarios públicos disculparse hastala extenuación, a sus trenes emitir ladridospara ahuyentara los ciervos, o a sus pueblosinstalar lobos-robotpara impedir que se acerquen los osos, oa un ninjaoficial y universitariamente graduado.

Todo este proceso, la sincera admiración y el carácter en ocasiones cómico que hemos atribuido a Japón, ha cristalizado durante la última semanaen un mapa. Elaborado por Jesús Ortuño (@jesus_Orca),geógrafoy escritor aficionado, traduce los nombres de todas las provincias españolas al japonés. Lo hace en dos sistemas de escritura distintos: por un lado alrōmaji(un métodode romanizacióndel japonés, una traslación de sus fonemas al alfabeto latino) y por otro alkatakana(un silabariode carácter fonético mediante el que se traducen palabras extranjeras al alfabeto japonés).

Aquía más resolución.

Supein no chizu.Mapa de España en japonéspic.twitter.com/d6nr0qM7Pr

No son invenciones, aunque en los comentarios al tuit haya surgido una prolífica discusión entre estudiantes de japonés corrigiendo un carácter aquí y otro carácter allá. Los katakana de las provincias españolas se puedenencontrar aquí. Lo divertido, como es evidente, es su romanización, los rōmaji que permiten leer los nombres de las ciudades tal y como suenan en boca de un hablante nativo de japonés. El resultado es en ocasiones hilarante: Madrid se transforma en “Madoriddo”, Barcelona en “Baruserona”, Castellón en “Kasuteron”.

La fonología del español cuenta con sus propias formas específicas, en ocasiones difíciles de asimilar desde otros idiomas, a su vez constreñidos por sus propiasnormativas fonológicas. Pensemos por ejemplo en Zaragoza, con esas dos “z” imposibles de pronunciar para un alemán o un inglés (más bien “Saragossa”). O en Badajoz, con su “j” protagonista de toda suerte de pesadillas en el sueño de un francés. Muchos de estos idiomas adaptan los nombres de otros puntos del mundo y los trasladan fonéticamente a su escritura. Eso incluye al japonés, al menos en su forma rōmaji.

Mapa de las Islas Canarias en japonés.pic.twitter.com/2lvy1Wi7qX

De ahí que surjan cosas tan maravillosas como “Asuto-uriasu” para Asturias, “Shiuda rearuru” para Ciudad Real, “Murushia” para Murcia, “Baryadoriddo” para Valladolid o “Fuesuka” (o “Uesuka”) para Huesca. Lo divertido del experimento es que cada una de las provincias suena en japonés exactamente del mismo modo en el que la imaginaríamos si estuviéramos parodiando a un señor de Kyoto recitando el mapa de España. La cascada de retuits y tuits citados a la publicación de@jesus_Orcaes la mejor prueba: más de 9.000 interacciones en los últimos días.

Eso incluye la de Ibai Llanos, quienha condensadoel sentimiento general de Twitter España desde que se viralizara el mapa: “Ahora me apetece que todas las ciudades se llamen así de manera oficial”. También todos los accidentes geográficos y políticos adyacentes. Portugal sería “Porutogaru”; Francia, “Furansu”; y el Mar Cantábrico, “Kantaburian Umi”. La traslación no siempre es cómica (ahí están “Kuenka”, “Soria”, “Ourense” o “Segobia”, adaptadas en apariencia al sistema fonético japonés), pero lo es en su mayoría (“Saramanka”, “Abira”, “Nabara”, “Bisukaya”, “Korudoba”, “Kadisu” o “Kaseresu”).

En fin. Desde aquí apoyamos sin ambages el Proyecto Supein.

Imagen:@jesus_orca

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