Niños, no intentéis esto en casa: estas son (algunas de) las distribuciones Linux más difíciles de instalar y usar

Javier Pastor

Linux no es (normalmente) difícil de instalar y usar. Pudo serlo al principio, cuando su orientación estaba más centrada en el ámbito técnico, pero desde hace añoshay muchas distribuciones que han hecho un gran trabajo a la hora de allanar el caminoy hacer que su interfaz facilite mucho las cosas a usuarios que no tienen grandes conocimientos de informática.

Pero claro,no todo es Linux Mint o Ubuntu en este mundo. Hay ciertas distribuciones cuya complejidad si es más elevada, aunque por encima de todas ellas se alzaLinux From Scratch, que ni siquiera es una distribución: es una guía de instalación que te permite compilar e instalar cada componente de Linux que quieras para hacerte un sistema a medida.

La típica discusión de quién la tiene más grande (la dificultad)

Este tipo de debates sobre quién gana a quién o quién hace mejor esto o esto otro son el pan nuestro de cada día de Linux.Flame wars legendarias como las que enfrenta a vi contra emacso a KDE contra GNOME son buen ejemplo de ello.

Por supuesto esas guerras también afectan a las propias distribuciones Linux. Hay muchos usuarios muy fieles a las distribuciones queutilizan solo una distribución y la defienden a muerte, aunque también es cierto que otros disfrutan del llamado “distrohopping”, cambiar continuamente de distro para probar distintos “aromas”.

Lo cierto es que esa variedad de opiniones es normal, sobre todo teniendo en cuenta quesegún Distrowatch-hoy en día hay 276 distribuciones activas(por el camino se han quedado casi 600) que dan a sus usuarios todo tipo de sabores y colores.

Las hay más técnicas y menos técnicas,más espartanas o con más fuegos artificiales, orientadas a videojuegos o al pentesting, y, en fin, distribuciones para prácticamente cualquier tipo de usuario.

Y si no encuentras la tuya,siempre puedes montarte una propia desde ceroo —como hacen muchos– a partir de una base asentada como Debian o la propia Ubuntu que cuenta conalgunos forks oficialesynumerosos forks no oficiales.

Más difícil todavía

Aunque todas ellas tienen su propia personalidad, hay distribuciones Linux que parecen como decíamos especialmente pensadas para usuarios más avanzados y quedisfrutan con ciertos retosa la hora de personalizarlas y configurarlas.

Precisamenteen Redditlo debatían hace unas semanas y aprovechaban unacélebre tira cómica de XKCDque modificaban paraindicar qué distribuciones Linux eran las más complejas.

La tira de la imagen no es la que apareció en la tira original, que es esta, pero desde luego hacía un buen guiño a una cuestión que desde hace muchoha sido motivo de batallas dialécticas más o menos seriasentre los fans de dichas distribuciones.

Hacer una clasificación de las distibuciones más complejas es difícil, pero si nos guiamos por esa imagen lo queestá claro es que Linux Mint, enormemente popular, es según algunos una de las distribuciones más sencillas de usar. Se basa enUbuntu, que quizás sea “un pelín” más difícil en algunos apartados.

En ese particular ránking cómico después llegaríaDebian, que es la distribución de la que de hecho partió Ubuntu y que sigue manteniendoun halo de “distribución técnica"por su veteranía.

Arch Linuxes una vertiente distinta que puede ser algo extraña para los usuarios tradicionales de distros Debian (Ubuntu y demás derivadas incluidas), pero lo cierto es quesimplemente es “distinta” a ellasen temas como su gestor de paquetes o la instalación, que se realiza (Dios nos libre) en modo texto. Para solucionarlo, eso sí, aparecieron variantes como Manjaro que permitían disfrutar de lo mejor de ambos mundos.

En esa línea podría situarseSlackware, la distribución más veterana de todasy que es famosa por actualizarse mucho menos frecuentemente pero también por tener menos vulnerabilidades de seguridad. Su instalación es desde luego algo más compleja, pero quienes la usan la valoran como una distribución espectacular.

Niños, no intentéis esto en casa

La que sí empieza a ser ya un verdadero reto para muchos esGentoo, una distribución (o meta-distribución, como la califican algunos) Linuxbasada en paquetes de código fuente que debemos compilarpara ir personalizando el sistema y ajustarlo lo máximo posible a la máquina en la que estamos instalando este sistema operativo.

Pero por encima de todas ellas estáLinux From Scratch (LFS), que para cierto público linuxero ni siquiera es una distribución al uso. Es más bienuna guía de instalaciónde un sistema Linux que permiteconstruir un sistema Linux desde el código fuente. Va más allá que Gentoo, y eso hace que también puedan lograrse distribuciones compactas, flexibles y seguras que además tienen otra ventaja: aprenderás un montón instalando estos sistemas.

Queramos las cosas más fáciles o más difíciles,sea nuestro propósito aprender menos o más durante el proceso, lo cierto es que el resultado al final—si lo hacemos todo bien—será básicamente el mismo, y tras esos procesos siempre podremos disfrutar de las luces (y sombras, que también las hay) de Linux, un sistema operativo cuya versatilidad y camaleónica personalidad son excepcionales.