#NoSoyUnVirus: la campaña anti-racista de la comunidad china española en plena crisis del coronavirus
Andrés P. Mohorte
Mientras las autoridades sanitarias debaten sobre la naturaleza epidémica o no de la cepa 2019-nCoV, el número de contagiossigue creciendo. Son ya más de 17.000 sólo en China, por encima de los 8.000 causados por el SARS, el último coronavirus que generó una crisis de salud pública mundial. Y pese a que cada vez más países registran casos, y a que ya hay un fallecido en Filipinas, la enfermedad estámuy asociadaa China.
Y por extensión, a la comunidad china en otros países.
#NoSoyUnVirus. De ahí que un grupo de activistas y divulgadores chino-españoles haya iniciado una campaña de denuncia contra las actitudes racistas que, según ellos, han proliferado durante los últimos días a raíz de la crisis del coronavirus. El hashtag,#NoSoyUnVirus, se ha viralizado durante las últimas horas tanto en Twitter como en Instagram.
Ante los actos de racismo que nos viene encima estamos replicando campañas que se están llevando fuera de España. La enfermedad no entiende de razas ni nacionalidades.#NoSoyUnViruses la campaña que estamos lanzando para combatir la desinformación sobre el#Coronavirus.pic.twitter.com/15rPCQeqU1
Mundial. No es una campaña aislada. Tanto en Estados Unidos (#IAmNotAVirus) como en Francia (#JeNeSuisPasUnVirus) han surgido iniciativas similares, a menudo de la mano de jóvenes franceses o estadounidenses hijos de inmigrantes chinos. La idea del eslógan es simple: disociar el coronavirus a la identidad y a la población china. Combatir determinados estereotipos reafirmados al albur de la crisis.
Ejemplos. Las muestras de xenofobia son diversas, oscilando entrelos comentariosdespectivos en voz alta (“deberían llevar todos mascarillas”),las alertassobre la comida china en ciudades a miles de kilómetros de Wuhan, o los grupos de gentecubriéndosenariz y boca en presencia de una persona de aspecto oriental. En esencia, un recelo hacialo chino, ya sea estético o genuino, que no tiene necesaria relación con la realidad del virus.
En Italiase han registrado incidentes xenófobos y seha prohibidola entrada en algunos establecimientos a personas “provenientes de China”, mientras que en Dinamarcauna viñetaha causado un incidente diplomático con el gobierno chino. Gran parte de las denuncias rotan también en torno a la forma de comunicar la crisis: desde el “virus de China” hasta la “Alerta amarilla” de un diario francés.
Pasarela. En España, una de las acciones más singulares ha llegadode la manodePutochinomaricónen la Madrid Fashion Week. Aprovechando la invitación de un diseñador para que desfilara sobre la pasarela, el músico se pintó “I am not a virus” en el pecho, dando una extraordinaria visibilidad a la protesta. Otras creadoras chino-españolas como@gazpachoagridulcey colectivos como@liwaiaitambién se han hecho eco de la campaña.
Restricciones. Al menos una veintena de paísesha impuestorestricciones de viaje a China. La mayor parte de estados fronterizos han redoblado los controles y la vigilancia. El gobierno chinoconsideraque estas medidas, en especial las impuestas por Estados Unidos, sólo contribuyen a estigmatizar a su población y a crear el pánico. Todo ello en un contexto de crisis creciente. El número de muertos ya supera los 360.