Sexo vs. género: la guerra interna entre PSOE y Podemos por definir el sujeto del feminismo
Andrés P. Mohorte
Son numerosos los puntos de fricción entre PSOE y Unidas Podemos, las dos fuerzas que conforman el primer gobierno de coalición de la historia de España. Una de los más conflictivos, si bien soterrado durante los últimos meses por otros acontecimientos, es la cuestión del género. Un argumentario difundido por fuentes internas del PSOE ha servido de adelanto hoy a la guerra interna que tarde o temprano afrontará la coalición.
Qué dice. Algunos fragmentos se pueden leeraquí. No se trata de un documento fijando la postura del partido, ni tampoco ha sido difundido por los canales oficiales. Tan sólo es un documento a discutir. Pero uno significativo. En el texto se fija el sujeto del feminismo al “sexo”, “un hecho biológico” que determina de forma mucho más clara las desigualdades estructurales que afronta la mujer desde su nacimiento.
Mucho más claraen contraposición al “género”, “una construcción social” que convendría “abolir” para lograr la “emancipación de las mujeres”.
La polémica. El documento ha sidoampliamentedifundidoen redes, con reaccionesdispares. Es un asunto extremadamente complejo que provoca las brechas más amplias dentro del movimiento feminista. El documento posicionaría al PSOE cerca del “feminismo radical” (radfem), en contraposición a las teorías de género preponderantes en Podemos. El PSOE defendería así unsujeto del feminismoreducido, atado al sexo (cis) y contrario a la autodeterminación de género.
La teoría. Deforma muy resumida, el documento niega un rol dentro del feminismo a las personas transgénero, hombres o mujeres cuya identidad de género difiere de su identidad sexual. Es muyexplícitoal respecto:
Son ideas calcadas a las defendidas por las portavoces del “trans exclusionary radical feminism” (TERF), cuyas ideashemos explicadocon detalle en otros artículos. “¿Podría un hombre maltratador señalar que se siente mujer y por tanto no poder ser juzgado el documento?”, prosigue el documento, utilizando argumentos torticeros y simplistas. “Las mujeres no son una identidad ni ninguna esencia. No constituyen ningún colectivo. Son más de la mitad de la humanidad”, concluye.
Confrontación. Tales ideaschocancon el feminismo interseccional. Lafeminidadno estaría determinada por el sexo. Miles de mujeres habrían nacido en el cuerpo de un hombre (trans), sin que esto minimice o anule su condición femenina. El choque entre ambas visiones esmuy antiguoy se remonta a los años setenta. En esencia, el feminismo TERF niega la existencia de las mujeres trans. Juzga su presencia dentro del feminismo una intromisión,hombresocupando el espacio de las mujeres.
Todo lo contrario a lo defendido por Podemos.
Las leyes. El argumentario es la punta del iceberg de un conflicto que puede resultar explosivo dentro de la coalición. El Ministerio de Igualdad está en manos de Irene Montero. Y haydos propuestasde ley, presentadas por Podemos, que abogan por la “autodeterminación de género”: la Ley LGBT y muy en especial la Ley Trans. Algunos sectores del PSOE recelan de sus planteamientos. Las friccionesya fueronobjeto de una fuerte polémica durante la elaboración de la Ley de Libertad Sexual.
Que vergüenza@PSOENadie (absolutamente nadie) está negando que el sexo exista, o que los genitales no puedan implicar discriminación. Pervertir el discurso de esta manera es ruin y tiene una clarísima intención de distinguir entre mujeres de primera (cis) y de segunda (trans).pic.twitter.com/Xs3EgdRLAw
Qué pide Podemos. La Ley Trans plantea que las personas transpuedan modificarsu nombre y sexo en los documentos oficiales sin que medien requisitos médicos. Desde 2007, una persona puede cambiar su identidad sólo tras un informe psiquiátrico favorable y dos años de hormonas. Una barreramuy criticadapor la mayoría del movimiento feminista y por las asociaciones trans, pero defendida por parte del PSOE.
En esencia, el debate se resume a una pregunta: ¿quién es una mujer y quién tiene derecho a declararse jurídicamente como tal? El documento del PSOE ofrecería una respuesta muy, muy distinta a la elaborada por Podemos. Y llevaría la mayor brecha interna del feminismo (juntoa la prostitución) al núcleo del gobierno.
J.K. Rowling. No se trata de un debate exclusivo de España.Ayer mismohablábamos de cómo una de las autoras más populares de los últimos tiempos, J.K. Rowling, era rechazada por parte de sus seguidores por sus posturas TERF. El avance de los derechos trans fue uno de los asuntos de campaña más novedosos de las pasadas elecciones, comoanalizamosen su momento, exclusión delPartido Feministade IU incluida.
Es un debate importante, si acaso porque parece abocado a disputarse de forma intensa durante los próximos años.