Tesla sólo fue el primero: Goldman Sachs afirma que el 40% de sus clientes tienen exposición a Bitcoin u otras criptomonedas

Javier Pastor

Que Tesla haya invertido1.500 millones de dólares en bitcoinha sido una de las grandes noticias del mundo de las criptodivisas en las últimas semanas, pero resulta que la empresa de Elon Muskno es la única que apuesta por este segmento.

De hecho, un estudio de Goldman Sachs revela queel 40% de 300 de sus clientes ha invertido también en este mercado, pero pocos lo reconocen tan abiertamente como Tesla. El interés institucional es patente tanto desde el sector empresarial como desde las entidades financieras, y eso diferencia la última gran subida de bitcoin frente a la que vimos en 2017.

Esta nueva fiebre es (o parece) distinta de la anterior

En aquella subida fulminante que vivimos sobre todo a finales de 2017 el fenómeno aglutinó a pequeños inversores, muchos de los cuales simplementeaprovecharon el tirón para especular y ganar (o perder) mucho dinerodurante esos meses mágicos que hicieron que bitcoinalcanzara los 20.000 dólares, contagiando además a muchas otras criptodivisas.

Por aquel entonces muchas instituciones y mediosdesconfiaban claramente de este mercado. En Bloomberg lacalificabancomo “la moneda no plausible”, y Forbes hablaba de “la gran estafa bitcoin” sin más ni más mientras en Seeking Alpha lo llamaban una inversión “tóxica”. La acusación de que el bitcoin era unesquema Ponziera frecuente, y la gran empresa no parecía tener interés alguno en invertir en bitcoin.

Lo cierto es que tras dispararse en los meses previos, a principios de 2018 el valor del bitcoin se desplomó —de nuevo, arrastrando al resto del mercado— yperdió buena parte de todo lo que había ganado. Sin embargo, algo cambió a mediados del año pasado: tras el inicio del confinamiento y una caída a nuevos mínimos, bitcoin no paró de crecer de forma lenta pero sostenida.

En octubre, ladecisión de PayPalde comenzar a permitir usar criptodivisas en ciertas operaciones pareció marcar un punto de inflexión. Más y más institucionesiban mostrando su interés, pero desde luego fue la inversión de Tesla en bitcoin la que demostró quehasta los gigantes de la industria estaban comenzando a confiar en bitcoin como reserva de valor.

Desde entonces, más y más instituciones han comenzado a invertir en bitcoin y en tomar posiciones en un segmento que está viviendo una época especialmente frenética. Como señalan en Bloomberg, tanto las criptodivisas como la cadena de bloquesestán ganando aceptación entre instituciones convencionales e inversores, y algunos analistas sostienen que este mercado permite diversificar de forma muy interesante los porfolios de los inversores.

Bancos como el BBVA también están mostrando su interés por las criptodivisas:ya permite operar con criptodivisasa través de su filial suiza, mientras BlackRock, cuyo CEOla había calificadode mecanismo de blaqueo en el pasado, cambiaba su discurso yveía ahora a bitcoincomo  una criptodivisacon capacidad para “evolucionar hacia un mercado global”.

Losmovimientos no paran de producirse: hoy PayPalanunciabaque había comprado Curv, una empresa que proporciona infraestructura en la nube para garantizar la seguridad de activos digitales, y mientras fondos de inversión como Soros o Morgan Stanleyparticipabanen una ronda de inversión de 200 millones de dólares en la firma NYDIG, otra empresa de gestión de activos como bitcoin que actuó como intermediaria en otra operación importante: la de la aseguradora MassMutual, quecompró100 millones de dólares en bitcoin en diciembre de 2020.

Eso también se nota en las estimaciones que ahora barajan los analistas institucionales: 76% de los encuestados en el estudio de Goldman Sachs preveían un valor de bitcoin que oscilará entre los 40.000 y los 100.000 dólares a finales de 2021, mientras queun 22% esperaba que un bitcoin superara los 100.000 dólares de valorcuando acabe el año.