Todo abre menos los colegios: qué planes tiene el gobierno y cómo se comparan con Europa

Andrés P. Mohorte

Discotecas, terrazas, cines, centros comerciales y clínicas de fisioterapia. Gran parte de la actividad social y económica de España ha vuelto a la normalidad durante las últimas semanas. Con una notable excepción: los colegios. Han sido numerosas las vocescríticassobre el cierre permanente o aún parcial de los centros escolares. El gobierno ha asumido una reapertura total y presencial ya en septiembre.

¿Pero qué planes tiene exactamente?

En Fase 2. Los planes de desescalada elaborados por el ejecutivo contemplaban una posible apertura de los colegiosen fase 2. La decisión última recaería sobre las comunidades autónomas, competentes en materia de Educación. La desescalada asimétrica, los intereses dispares de los gobiernos regionales, y las diferentes restricciones aplicadas según los grupos de edad ha generado una situación poco homogénea.

Situación actual. Como resultado, en unas comunidades algunos niños han podido regresar a las aulas y en otras, no. Algunos ejemplos:

La tónica es similar en otrascomunidades. La asistencia de los alumnos siempre es voluntaria; se deben respetar ratios muy reducidos por cada profesor (unos quince alumnos o menos); se permiten tutorías con cita previa; cada colegio tiene autonomía para marcar sus tiempos; y, en general, las puertas se abren para que los docentes retomen sus tareas. Nada de un regreso a la normalidad diaria, con las aulas llenas.

Protestas. Se trata de un término medio fruto de las presiones que afrontan las autoridades. Los padres desean que sus hijos regresen, pero losprofesoresy las asociaciones escolares juzgan la vuelta “precipitada”. Una tensiónevidenteen guarderías y cursos primerizos (menores de 6 años). Miles de familias tienen difícil conciliar su vuelta al trabajo con el cuidado de un niño pequeño. Las escuelas saben que mantener las medidas de seguridad en clases infantiles es tarea imposible y arriesgada.

De ahí que muchas comunidades se hayan mantenido firmes en el cierre de lasguarderías, pese a lo sugerido por el Ministerio de Educación.

Ya en septiembre. El miércoles Isabeel Celaá confirmaba que las clases no volvería ya hasta septiembre. Lo hizo marcando algunascondiciones: el curso “absolutamente” será presencial; se establecerían pequeños grupos o “burbujas” de convivencia entre profesorado y alumnado de hasta 10 años, de entre diez o quince niños; y la mascarilla sería obligatoria para todo el mundo pero con “flexibilidad” para los más pequeños.

Lasburbujaspermitirán reducir distancias y aligerar contactos entre sus miembros.Las ratiospasarán de los 15 alumnos por profesor previstos originalmente a los 20, aunque es un asunto por cerrar. Se promoverá la instalación de mamparas o paneles protectores, además de la distancia de seguridad general; y si hubiera que confinar se priorizará “la presencialidad en los niveles y etapas inferiores”. Hasta los 14 años.

Dificultad. La apertura o cierre de las escuelas opera a dos niveles distintos y en muchos sentidos irreconciliables: por un lado, una política restrictiva permite reducir el riesgo de contagio. Fue la opción adoptada por el gobierno cuando decretó el “aprobado general”, la suspensión práctica del tercer trimestre. A escasas semanas de terminar el curso, y exceptuando Bachillerato, erapreferiblecancelar las pruebas.

Por otro, la brecha educativa. Al menosel 10%de los alumnos no cuenta con las herramientas para seguir las clases telemáticas. La escuela es un gran igualador porque distribuye recursos hacia niños que, de otro modo, no tendrían. Es una lógica que seha rotoy que afecta desproporcionadamente a las familiascon menosrecursos. Abrir las escuelas es una cuestión crítica, comoexplicabaSave The Children en abril:

En Europa. ¿Qué se ha hecho en el continente? Dinamarca reabrió las escuelas a mediados de abril, con ratios reducidas y monitorizando la evolución de la epidemia. Tras un repuntepuntual, la situación siguecontrolada. Francia vivió un proceso similar: 120 brotes durante la primera semana de reapertura (con sus respectivas 120 escuelascerradas) y estabilizaciónposterior.

Casi todos los países han priorizado el regreso de los alumnos más pequeños (aunque muchos padres seopusieronconvehemencia). Pero aquel con las condiciones más similares a España, Italia, ha postergado la reaperturahasta septiembrepara minimizar riesgos. Una decisión que ha espoleado críticas al gobierno en todo el país, esgrimiendo argumentossimilaresa los esbozados por los partidarios de la reapertura en España.

Imagen: Daniel González/GTRES

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