Javier Pastor

Hasta no hace mucho lo normal era que en los móviles que iban lanzando los fabricantes el SoC,el chip que los gobierna a todos, estuviera fabricado por Qualcomm o por MediaTek.

Apple y Samsung  fueron las primeras en desmarcarse y en convertirse también en fabricantes de sus propios chips móviles, pero esa tendencia es cada vez más popular: Huawei es otra de las destacadas, y ahora han llegado Google Tensor. Oppo plantea lanzar sus propios SoC en 2023 o 2024, y hay más fabricantes en el ajo.Estamos ante la era del “hágase Vd. mismo su propio chip móvil”.

¿Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo?

Los fabricantes de móviles han delegado durante muchos años en casi todo: sus dispositivos se diferenciaban en algunos elementos de diseño y desde luego en ámbitos como el de la fotografía móvil, perosu control sobre esos apartados era siempre limitado.

De hecho una de las limitacionesvenía impuesta por el SoC, el corazón de todo móvil. Este chip agrupa a la CPU, la GPU, el módem 4G/5G, el ISP y otros componentes como los procesadores de inteligencia artificial que cada vez tienen más relevancia.

El problema es que las marcas no tenían control sobre esos chips:fabricantes como Qualcomm o MediaTek ofrecían una serie de opciones del mismo modo que Intel y AMD lo hacen en el mundo de los PCs, y los fabricantes de móviles “montaban” el chip más adecuado para cada uno de los dispositivos que iban lanzando.

Sin embargo en el mundo de los móviles hay una distinción importante con respecto al mundo de los procesadores para PCs y portátiles. Mientras que los diseños de Intel y AMD no se licencian —solo ellos diseñan y fabrican sus CPUs—en móviles el panorama está dominado por una base común, que son los diseños de ARM, que sí se licenciana cualquiera que pague por hacerlo.

Qualcomm y MediaTek licenciaron hace años esos diseños y crearon toda una gama de productos a partir de esas licencias, pero hubo fabricantes de móviles quese dieron cuenta de que también podían convertirse en fabricantes de chips para esos móviles. Solo necesitaban licenciar la tecnología de ARM y montárselo por su cuenta.

Es lo que hicieron Apple y Samsung en 2010, lo que comenzó a hacer Huawei de forma tímida en 2012 (los primeros Kirin no llegarían hasta 2015) ylo que ha acabado haciendo también recientemente Google, que ayer presentaba losPixel 6yPixel 6 Probasados en los chips Google Tensor.

Todos ellos han descubierto las ventajas que tiene fabricar sus propios chips: pueden personalizarlos para centrarse en las características que más pueden diferenciar sus dispositivos, pero ademáspueden ajustar esas prestaciones según las necesidadesde cada gama de producto.

Apple lleva haciéndolo años con su familia de procesadores AXX —el último,el A15 Bionicde los iPhone 13—, pero su experiencia como fabricante de semiconductores le ha hecho darun salto excepcional con el desarrollo de los chips M1 el año pasado, que hace poco han visto aparecer sus nuevos y potentes sucesores, losM1 Pro y M1 Max.

Es un ejemplo claro de esa capacidad de control que dan estas divisiones, y aunque ninguna otra empresa ha llegado a dar ese salto a chips para sus portátiles y sobremesas  —Intel y AMD pueden estar tranquilas, de momento— lo que sí parece claro es quela amenaza de estos esfuerzos afecta más a Qualcomm y MediaTek.

De hecho la tendencia va a más.En Nikkei Asiaindicaban recientemente como Oppo también tiene intención de fabricar sus propios chips para sus móviles. El objetivo es la detenerlos listos en 2023 o 2024.

También mencionan a Xiaomi, quehace añosparecía querer meterse en este segmento y que según Nikkei ha reducido sus expectativas paracentrarse en el diseño de los ISP para las cámaras de sus móviles. Ya ha hecho sus pinitos en ese apartado con elXiaomi Surge C1, por ejemplo.

También me lo quiero montar por mi cuenta en servidores y portátiles

Esa ambición no solo se está haciendo patente en el mundo de los móviles, y hay unas cuantas empresas —y no precisamente empresas pequeñas— que llevan tiempo desarrollando chips para otro segmento:el de los servidores. En varios de esos esfuerzos ese trabajo podríaacabar siendo aprovechado para PCs y portátiles, así que ojo.

Amazon lleva ya un tiempo desarrollando sus chips ARM para este ámbito, los llamadosGraviton, y Google —que ya habíaexplorado la idea en 2013—quiere hacerexactamente lo mismo parapotenciar su plataforma en la nube. La cosa no se detendrá ahí, y también parecen querer desarrollar sus propios chipspara los Chromebook de 2023.

No son las únicas, y hay unas cuantas más metidas en el ajo. Microsoft está aparentemente trabajandoen sus chips ARM para servidores, y puede quetambién para futuros Surface. En Huawei ya han anunciadoun portátil con un chip ARM propio, aunque solo se vende en China.

Otra de las grandes, NVIDIA,presentó hace unos meses Grace, su chip ARM para servidores, y esosin que aún se haya resuelto el culebrónde lacompra de ARM.

Y luego estáQualcomm, que parecía no estar moviendo fichaspero quehace meses compró a Nuvia: con ella plantea un ataque frontal tanto a los chips ARM para servidores como a los que acabarán compitiendo con los M1 de Apple (o esodicen en Qualcomm).

MediaTek es el gran tapadode este mercado, y apunta a chips que cada vez plantean cosas interesantes por ejemplopara los Chromebook, y por si eso fuera poco, Alibabaanunció precisamente ayerla llegada delYitian 710, un chip ARM para servidores con 60.000 millones de transistores(el M1 Max tiene 57.000) que también es prometedor.

Estamos pues ante una realidad muy distinta a la que se vivía hace unos años: de repentetodos los grandes quieren tener sus propios chips y dejar de depender de terceros. Veremos si esta singular guerra acaba teniendo el impacto que esas empresas esperan.