Un gesto simbólico: Felipe VI no puede renunciar a la herencia de su padre hasta que no haya muerto

Andrés P. Mohorte

La Casa Real emitióun comunicadosorprendente durante la tarde de ayer, domingo, en plena cuarentena nacional por la crisis delcoronavirus: Felipe VI renunciaba a la herencia que “personalmente le pudiera corresponder” de su padre, el rey emérito Juan Carlos I. No sólo eso, sino que también le retiraba su asignación oficial, de unos 194.000€ anuales a cargo de los presupuestos de la corona. Un gesto sin precedentes.

Pero en gran medida simbólico.

Explicación oficial. En elcomunicado, la Casa Real admite de forma implícita la existencia de una fortuna no declarada y obtenida por medios no del todo lícitos por parte de Juan Carlos I. Felipe VI desmiente cualquier vinculación con las supuestas sociedades pantalla creadas por su padre, y si la hubiera, se desmarca de ella y de su herencia completamente.

Palabras textuales. Felipe VI renuncia a:

¿Puede?Lo cierto es que se trata de un gesto simbólico. El Código Civiles muy claroal respecto: sólo se puede renunciar a la herencia una vez se tiene la certeza “de la muerte de la persona a quien haya de heredar y de su derecho a la herencia”. En la práctica, Felipe VI sólo estaría repudiando su posición de beneficiario en la estructura financieraocultade Juan Carlos I, objeto de una gran controversia.

Contexto. Comovimos aquí, varias informaciones han salpicado al rey emérito durante las últimas semanas. Un fiscal suizo está investigando una posible comisión de $100 millones pagada por Arabia Saudí a Juan Carlos I en agradecimiento por su mediación en el AVE a La Meca. El dinero se habría transferido a una sociedad panameña a su nombre, Lucum, y la habría disfrutado a beneficio propio.

Involucrado. El sábado, The Telegraphsoltabauna bomba: Felipe VI aparece como beneficiario de la sociedad. El propio monarca accedió a la información hace dos semanas, cuando se la remitió el despacho de abogados Kobre & Kim, probablemente en el contexto de la investigación suiza.Fue entoncescuando comunicó su vinculación a las “autoridades competentes” y renunció al dinero ante notario.

Turbulencias. La incertidumbre en torno a la fortuna de Juan Carlos I representa un problema para Felipe VI, por lo que ha decidido cortar por lo sano. No sólo rechazando su posición como beneficiario, sino,en previsiónde lo que pueda suceder, a toda su herencia. El rey emérito afronta varias investigaciones judiciales,entre ellasuna de Anticorrupción.

Todo ello en un contexto complicado para la Casa Real, en una emergencia nacional, la del coronavirus, ante la que el rey se ha mostradoausente.

Imagen: GTRES

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