Un mundo eternamente en llamas: los incendios de California, Grecia y Siberia son sólo un anticipo

Andrés P. Mohorte

Hubo un tiempo no demasiado lejano en el que los incendios forestales ocupaban la actualidad mediática con cierta asiduidad. Es un tiempo pasado. Hoy las llamas, entendidas como emergencias medioambientales y humanas de primer orden, copan el protagonismo cada verano,por sistema. Tres regiones especialmente proclives al problema vuelven a llenar los titulares de los medios de comunicación: California, Grecia y Siberia. Cada una a su modo, pero todas ellas al filo del desastre.

En California. Como hemos analizadoen alguna ocasión, California ha dejado de tener “temporada de incendios”. Latotalidad del añoes apta para que las llamas devoren grandes masas forestales. El de este verano ha sido bautizado como “Dixie” yya es el segundoincendio más grande en la historia de un estado acostumbrado a los incendios-más-grandes-de-la-historia. Ha devorado ya 188.000 hectáreas y va quemando etapas a velocidad de vértigo: ha pasado del décimo más grande al segundoen unos días, a razón de 7.000 hectáreas la noche.

Sólo un tercio de las llamas están bajo control, tras calcinar un área equivalente al doble de Nueva York. Y el tiempo de los próximos díasvolverá a ser proclivea las llamas.

En Grecia. La situación es similar. La isla más afectada por el fuego es Evia, la segunda más grande del país, donde un gigantesco incendio forestallleva siete díasdescontrolado. A empeorar la situación ha contribuido la ola de calor extrema que azota al país durante los últimos días, con temperaturas máximasde hasta 47º C. Másde 2.000 personashan tenido que ser evacuadas y han perdido sus casas. Evia es el caso más extremo. Los suburbios de Atenas lidian ya con las llamas. Hay más de 150 incendios declarados y seis regiones enalerta máxima.

La urgencia ha dejado imágenes surreales, comoeste vídeo viralizadodurante los últimos días del barco que este fin de semana ha rescatado a 650 personas en Evia. Todas ellas en la bodega de ferry, contemplando a escasos metros cómo las llamas devoran la isla. Y esto último es literal, como se aprecia enesta imagen satelital: casi un tercio de la isla está ardiendo completamente de norte a sur.

Απίστευτες εικόνες από πλοίο στη Λίμνη Ευβοίας που απομάκρυνε κόσμο από τις ακτές όπου έφτασε η μεγάλη πυρκαγιά την Παρασκευή 6 Αυγούστου 2021.Βίντεο Stavros Devpic.twitter.com/bSrb7BbfEu

En Siberia. Por escala, nada comparable a Siberia. Más de 1.000.000 de hectáreas han ardido durante el último mes. El grueso de las llamas se concentra en Yakutia, una inmensa región con grandes masas boscosas. Y lleva así todo el verano:a principios de juliolas autoridades ya habían notificado más de 250 focos activos repartidos a lo largo de 5.000 kilómetros cuadrados.Centenares de aldeasy asentamientos han tenidoque ser evacuados, pasto de las llamas. En Yakutsk, 320.000 habitantes, el humoya forma partedel ambiente de la ciudad.

Varios factores a tener en cuenta. Por un lado,el calor: Yakutia vive su sequía más extrema en 150 años. Por otro,la falta de recursospara otear, supervisar y controlar un territorio tan vasto. Sólo en el último medio año se han detectado unos 11.000 incendios forestales con más de 6.000.000 hectáreas calcinadas. Los 90.000 trabajadores en tareas de extinción han sido claramente insuficientes, por más que hayan surcado los cielosheroicamenteentre un denso humo.

Así aterrizan y despegan los aviones en Yakutia (Rusia), envueltos en humo causados por los incendios. Se calcula que en estos momentos hay cerca de 90 fuegos activos y más de 1 millón de hectáreas ardiendo.@jpereztrianapic.twitter.com/mPMfyYD4J6

Peligro. Al evidente daño material, ambiental y humano debemos sumar el económico. Como se apuntaen este artículodeThe Political Room, los incendios y las sequías de Siberia, California, Grecia, Chile, Madagascar oCanadávan a tenerun impacto directoy a largo plazo en el precio de los alimentos. Y es algo que ha llegado para quedarse: Siberialleva cuatro añosconsecutivos arrasada por los incendios forestales; California, ya lo sabemos, no conoce ya una sola temporada de año sin fuegos; y la cuenca mediterránea arde cada vez con más frecuencia e intensidad.

A más. El futuro no es más halagüeño. Lo vimos el año pasado a cuenta de la catastrófica temporada de fuegos en Australia: los incendiosde “sexta generación"ya no son extinguibles, sólo controlables desde la impotencia. La mezcla de temperaturas extremas, corrientes de aire y mucho combustible (cada vez hay más bosques sin limpiar ni acotar) provoca grandes estallidos de calor que se multiplican con demasiada intensidad y velocidad como para que podamos anularlos. Tal y como explica Víctor Resco de Dios, profesor de incendios en la Universidad de Lleida,en The Conversation:

Feliz verano.

Imagen: AP

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