Una huelga y un 47% menos de usuarios conectados: el pulso exitoso de los streamers a Twitch

Andrés P. Mohorte

¿Quién es más dependiente de quién? ¿Las plataformas de sus grandes estrellas, de los comunicadores que arrastran a audiencias masivas; o las estrellas de las plataformas, el ecosistema que les permite crecer y alcanzar la fama? En las redes sociales, la pregunta casi siempre se ha resuelto en favor de las plataformas. Twitter se puede permitir vivir sin un periodista que se ha hecho célebre gracias a la red social; el gran periodista no. Lo mismo se puede decir de Instagram y susinfluencers.

¿Pero qué hay de losstreamers?

Una huelga. Más de 5.000streamersestadounidensesparalizaron ayertodas sus retransmisiones en Twitch. El movimiento, bautizado en redes como#ADayOffTwitch(#UnDíaSinTwitch), funcionaba como protesta contra el abuso y acoso al que algunas figuras destacadas de la plataforma se han visto sometidas durante los últimos meses. La huelga estaba convocada por tresstreamerstrans y no-binarios (ShineyPen,RekItRavenyLuciaEverblack) y tenía un objetivo simple: modular el funcionamiento de losraids.

¿Qué es unraid?Cuando unstreamertermina su retransmisión, tiene la opción de enviar a toda su audiencia a un canal amigo. Unasuerte de recomendación, de retuit. ¿Te gusta un contenido? Lo compartes para que más gente lo conozca. Losraidspermiten dar a conocer a otros canales… Perotambién han servidopara que algunosstreamersplaguen de comentarios de odio ytrollslos comentarios decanales minoritarios, conducidos porstreamersfemeninas, de color o transgénero.

Objetivo. Losraidsson una buena idea. Pero como tantas otras herramientas sociales, tiene un potencial explosivo. Twitch permite a todos los canales desactivarlos, de tal modo que ningún otro puede trasladarles su audiencia. Esto corta automáticamente el acoso y el abuso… Pero también anula la función de recomendación, tan positiva, con la que fueron concebidos. La huelga buscaforzar un cambioen la política de Twitch. Que cadastreamerpueda elegir quéraidsacepta y cuáles no.

El éxito. ¿Y qué tal ha ido la protesta? Como hemos visto, ha sido muy numerosa entre los creadores estadounidenses. Pero también ha tenido un impacto directo en los espectadores diarios de Twitch. Según TwitchTracker, la audiencia de la plataformacayó en unos 500.000espectadores durante la jornada de ayer. Es una cifra significativa. En términos relativos el bajón es aún más sensible:  un -24% de audiencia para los canales de habla inglesa y un -47% para los de habla hispana,con picos de -60%(Ibai, AuronPlay  otrosse han sumadoa la protesta).

La caídaha sido muy evidente, por más que Twitch no ofrezca cifras oficiales de audiencia.

-24% en habla inglesa y -47% en habla hispana en el día#ADayOffTwitchSe logre algo o no con la huelga, esto demuestra el poder que tienen los streamers de aunarse para protestar o luchar contra lo que sucede en su entornoYo estoy bastante sorprendido¿y vosotros?pic.twitter.com/W6jiBtcTd3

Grave. Twitch no es la primera plataforma que sufre problema de esta naturaleza. Twittertiene un mástertanto en dinámicas de acoso bien implantadas dentro de su red como en movimientos de protesta (ypolíticas erráticasparasolventarlo). La diferencia aquí es la fuerza de los usuarios, o mejor dicho, de losstreamers. Si la huelga servía como pulso entre los unos y Twitch… Se ha resuelto en favor de los primeros. Es decir, Twitch sólo es una herramienta, el medio. Sin las estrellas, es menos relevante.

Qué cambia. Esto no siempre había sido así. Twitter, Facebook y en menor medida Instagram son atractivas porque son un ecosistema. Todos nos sentimos partícipes, todos podemos generar contenido, todos podemos interactuar de igual a igual. Son foros. No importa que un tuitero muy famoso se marche, su capacidad de poner en jaque a la plataforma es nula (como hemos visto conlos movimientos de boicotde algunos grupos de extrema derecha, entre otros).

Twitch no es lo mismo. ¿Qué hacen los miles y miles y miles de espectadores de Ibai cuando la persona a la que siguen y admiran se marcha de un lugar? Se van con él. Porque el lugar no es lo importante,sino Ibai. En este sentido, el poder de losstreamerses similar al de las cadenas de radio: la audiencia es suya, no del medio. Cambio de paradigma o no en la relación entre cradores y plataforma (yel precedente negativode YouTube es reciente), la huelga bien puede servir de advertencia a Twitch.

Otros casos. #ADayOffTwitch es hasta ahora la huelga más significativa dentro de la plataforma, pero no la única o la primera.Como vimoshace unas semanas, múltiplesstreamersbrasileños organizaron un parón similar a cuenta del cambio de remuneración introducido por Amazon para sus creadores (se quejaban de que cobrarían menos). ElTikTok afroamericanohizo algo muy similar en junio. Cada vez másinfluencersy creadores son conscientes de su posición de poder para con sus respectivas plataformas. Una nueva era de las relaciones laborales comienza.

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