Una nueva teoría sobre el misterioso evento de Tunguska sugiere que en realidad el asteroide no llegó a caer en la Tierra

Cristian Rus

El 30 de junio de 1908 en la meseta de Siberia cerca del rio Tunguska ocurrió algo que nunca antes habían visto o experimentado los locales:una explosión de una liberación de energía equivalente a varios megatones. Arrasó decenas de millones de árboles en un área de alrededor de 2.000 km. Todo apunta a un meteorito, pero no hay cráter que lo evidencie. Ahora una nueva investigación sugiere la posibilidad de que el asteroide nunca llegase a impactar contra Siberia.

Tunguskaes el mayor impacto del que se tiene registo en la historia moderna. Un sigo después sin embargono queda claro qué ocurrió. Hay quien lo asociaba en 1965 a unfenomeno de antimateriay para 1973 se llegó incluso a decir quese creó un pequeño agujero negro. Las teorias consparanoicas relacionándolo con OVNIS las vamos a dejar fuera.

Que el evento ocurrió es evidente, los sismógrafos de gran parte de Asia y Europa registraron los temblores. Además de que se tienenregistros de la noticiade por aquel entonces. Sin embargo las diferentesexpediciones al lugar del evento no encontraron un cráter ni restos del meteorito. ¿Cómo ha podido pasar entonces? Una nueva teoría plantea que el asteroide en realidad no llegó a impactar en la Tierra.

Rozando la Tierra

Así lo sugieren sugieren enun estudiopublicado en Royal Astronomical Society por un equipo de investigadores rusos tiene una nueva teoría.Creen que se trató de un enorme asteroide que sólo cruzó la atmósfera de la Tierra, rozándola. Se habría tratado de un asteroide compuesto de hierro que pasó lo suficientemente cerca de la Tierra (entre 10 y 15 km de altitud) como para dejar rastro. Esto habría provocado una ola de energía considerablemente grande y potente como para arrasar dicha zona de Siberia.

Para llegar a esta conclusión el equipo de investigadoresanalizó cómo se comportan las meteoritos en diferentes tamaños y trayectorias. Han llegado a la conclusión de que si se trata de un meteorito de hierro de más de 100 metros de diámetro puede sobrevivir al roce con la atmósfera y no desintegrarse o fragmentarse en trozos más pequeños que caigan en la superficie.

Por lo tanto, según afirman, el asteroide de Tunguska teníaun tamaño de entre 100 y 200 metros de diámetroy pasó por la atmósfera a más de 70.000 km/h sin llegar a caer y volviendo de nuevo al espacio. A pesar de que no cayó, el calor que generó por el roce dejó un enorme rastro en la tierra arrasando el bosque de Siberia en la zona del rio Tunguska.

Para explicar la ausencia de los restos de hierro del asteroide que se consumen en la atmósfera indican quese habrían transformado en gas y plasma que se oxidóen la atmósfera. De este modo al caer sobre la tierra es ya imposible de distinguirlo del óxido ya existente.

¿Misterio resuelto? No del todo. Indicanen Spaceque estono resuelve dudas como el hecho de que el patrón de los árboles que fueron destrozados tenga una forma radial. Es decir, los árboles dan la impresión de que hubo un punto de impacto con mayor energía y que esta fue disminuyendo en 360 grados. También queda la duda de si relamente un asteroide que no llega a caer en la Tierra puede generar una onda de choque tan fuerte. Tunguska seguirá siendo un misterio de momento, probablemente con más preguntas que resolver que antes.

Vía |SpaceMás información |Royal Astronomical Society