Ya hay un centenar de canciones (y un tremendo cumbiazo) sobre el coronavirus en Spotify
Andrés P. Mohorte
La humanidad afronta estos días unaepidemia mundialcuyo alcance y verdadera dimensiónaún desconoce. El coronavirus ha paralizado regiones enteras de Chinae Italia, forzado la cuarentena masiva de millones de personas y amenazado con generar una crisis de salud pública sin precedentesen Estados Unidos. La economía se estáhundiendo. La industria se ha detenido. Medios y políticos sólo tienen tiempo para él.
Es una crisis grave. Seria. Que ha acabado ya con la vida de miles y miles de personas. Que ha forzado medidas drásticas. En condiciones normales y vista en perspectiva, se trata de una pandemia que obliga a reacciones severas, rectas, compungidas. Nada a lo que el ser humano se preste con frecuencia, mucho menos desde el advenimiento de Internet.
Hay dos fenómenos paralelos: el coronavirus, crisis mundial, pesadilla logística, amenaza certera a millones de seres humanos; y el coronavirus,meme andante, refugio de la sabiduría popular, imán de creatividad.
A los infinitos chistes que circulan durante las últimas semanas por WhatsApp podemos añadir un torrente de imaginación musical.Lo cuenta Quartz: durante los últimos días han brotado más de 65 canciones dedicadas al coronavirus en Spotify. En un magma creativo que prioriza la atención sobre el tema del día y que opera sobre herramientas de autogestión, miles de artistas están cantando y bailando sobre la pandemia.
Un ejemplo esVietnam.Hace algunos díassu gobierno lanzó una campaña de concienciación pública sobre la necesidad de lavarse las manos y tomar según qué medidas higiénicas para evitar la propagación del virus. Su acción estrella:una canciónelaborada por un popular dúo local, Erik y Min, terriblemente adictiva. Viral, dadas las circunstancias.
Su insuperable estribillo y su cuidada producción la convirtieron en unhitinstantáneo. Miles de adolescentes einfluencerscomenzaron a compartirla en TikTok, que rápidamente generó unchallenge, la moneda de uso corriente por excelencia de la red, compartido en medio mundo. Pero Vietnam no ha sido el único país en entrever un filón musical en el coronavirus. Muchos, muchos más se han suamado.
Buscar “Coronavirus” ahora mismo en Spotify abre una puerta a todos los géneros en boga. El primer resultado, el más popular y el más alucinado es “La Cumbia del Coronavirus”, untremendo cumbiazo, como su propio nombre indica, firmado por Míster Cumbia, conocido por otros éxitos como “Pinche Cumbión Bien Loco” o “La Cumbia del Avión Presidencial”. A esta hora supera las 140.000 reproducciones.
Es imposible no rendirse a su infeccioso ritmo, a su soberbia lírica:
Entra el estribillo, el bombazo del invierno:
¿La cumbia no es lo tuyo? Kaseenote cuentala epidemia en clave dembow (“el coronavirus, esa vaina está matando”);MiltonyNoir Blancen lenguaje trap;DJ Costien ¿electrónica progresiva?; David Dakno en versión techno; y Dozethrone en una suerte de Sludge Metal poco logrado. En general, las canciones oscilan entre el vergonzanteamateurismoy la mediocre competencia. Lo importante es intentarlo.
Mejor lo haceYofrangel, dominicano algo más lúcido en las repetitivas parcelas del dembow.Su particular homenajeal virus acumula más de un millón de reproducciones en YouTube. Las autoridades chinas lanzaron hace medio mes “Believe Love Will Triumph”, un recopilatorio de grandes estrellas nacionales prestando su voz a la esperanza y al duro batallar del pueblo chino contra el coronavirus, un “himno” para levantar la moral.
La versión cantonesaes indescriptible.
Por supuesto, TikTokestá infectadode memes terribles sobre el coronavirus. El virus tambiénha dado piea un rico mercado de productos relacionados con la enfermedad, en un inevitable desarrollo de los acontecimientos. En el caso de YouTube, es inevitable fijarse en lospequeños recordatoriosque la OMS ha incluido bajocualquiercanción relacionada con la enfermedad. Un efecto cómico inmediato cuando se observa al simpar Míster Cumbia recitar sus recomendaciones.
La humanidad hace mucho tiempo que es incapaz de tomarse nada ni medianamente en serio. Era cuestión de tiempo que convirtiéramos el pánicoa una muerte ridículaal coronavirus en un chiste.