Ya tenemos siete vacunas contra el coronavirus con una gran eficacia demostrada: de la de Pfizer a las vacunas militares chinas

Javier Jiménez

Centrados como estamos enlos detalles del plan de vacunación españololos conflictos entre AstraZeneca y la Comisión Europea, corremos el riesgo de dejar pasar por alto la noticia verdaderamente importante: que a día de hoy, un año después de que explotara la pandemia,ya tenemos en el mundo siete vacunas aprobadas con niveles de eficaciaquehace un puñado de meses no podríamos ni imaginar.

Y no es solo una curiosidad científica, es que precisamenteesta diversidad de vacunas y enfoques nuestra principal fortalezafrente a los retrasos, imprevistos y problemas que surjan en el futuro. Aquí hacemos un repaso de esas siete vacunas y de las que las siguen de cerca.

Comirnaty (Pfizer y BioNTech, EEUU-Alemania)

La vacuna de Pfizer y BioNTech usaARN mensajero sintéticopara usar la maquinaria molecular de las células del vacunado y producir una proteína inocua que se encuentra en la superficie del SARS-CoV-2. Esta proteína es la que “conforma” acaba generando anticuerpos frente al virus.

BioNTech puso en marcha multitud de vacunas de ARNm que ha ido desarrollando en paralelo. La primera de ellas, co-desarrollada con Pfizer, fue la primera vacuna aprobada en la Unión Europea y la segunda, co-desarrollada con el laboratorio Fosun Pharma, está en proceso de aprobación en China.

mRNA-1273 (Moderna, Estados Unidos)

La vacuna de Moderna es la otra gran vacuna basada en ARNm. La historia de su desarrollo ha recibido mucha atención porque, a diferencia del enfoque diversificado de BioNTech, decidieron apostar porun solo candidato que desarrollaron en dos días; solo 42 días después de que el SARS-CoV-2 fuera secuenciado en China.

En el desarrollo de la vacuna ha tenido un gran peso la financiación del Gobierno norteamericano (casi 1.000 millones de dólares) y el apoyo técnico de sus National Institutes of Health.

AZD1222 (Universidad de Oxford y AstraZeneca, Reino Unido)

La Universidad de Oxford empezó a trabajar en una vacuna basada en un virus no replicante (un adenovirus de los chimpancés) modificado para contener una proteína característica del SARS-CoV-2. La tecnología se había desarrollado durante otras epidemias como la del Ébola de 2014 o la del MERS de 2015. Por eso, durante meses y ante la incertidumbre que representaban las vacunas basadas en ARNm, se consideró como la vacuna occidental más prometedora.

No obstante,la complejidad de la puesta en marcha de los ensayos clínicos a nivel mundial y la posterior fabricación y comercialización de estaOxford llegó a un acuerdo co el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca. En las últimas semanas, esta vacuna ha estado enel centro de la polémica por los retrasosde vacunas en la Unión Europea.

Sputnik V (Gamaleya, Rusia)

La vacuna del Instituto de Investigación Gamaleya irrumpió en la escena mundial cuando, en agosto de 2020, Vladimir Putinanunció a bombo y platilloque el país había conseguido desarrollar la primera vacuna contra el coronavirus (y la aprobó de forma parcial). En aquel momento, los principales actores mundiales miraron a Rusia con escepticismo. No porque no pudiera ser cierto (la tecnología era muy parecida a la de Oxford y, de hecho, meses después,se estudió la posibilidad de unir ambas vacunas), sino porque los mismos datos de Gamaleya indicaban que aún quedaban muchos ensayos que hacer.

Ensayos que se completaron a lo largo del año y quese publicaron en The Lancet el 2 de febrero de 2021demostrando una eficacia muy alta.

Convidicea (CanSino, China)

También conocida como Ad5-nCoV, la vacuna de CanSino y la Academia Militar de Ciencias China fue una de las primeras vacunas en aprobarse.Para uso militar, en este caso. La vacuna, como otras que hemos visto, está basada en un adenovirus.

No obstante, la información que disponemos de la vacunaes limitaday, aunque se están desarrollando ensayos clínicos en países como Pakistán, Rusia, México o Chile, a día de hoy no tenemos noticias de ello. Hace pocos días,Reuters publicabaque los primeros datos de la Fase III eran positivos.

EpiVacCorona (Vector, Rusia)

La segunda vacuna rusa empezó las Fases I y III en agosto de 2020 a cargodel famoso Instituto Estatal de Investigación en Virología y Biotecnologíade Novosibirsk. En este caso, los investigadores del Instituto Vector han utilizado péptidos característicos del SARS-CoV-2 sintetizados de forma artificial para desarrollar la inmunidad en los vacunados.

Así, esta vacuna parece especialmente diseñada para garantizar una fuerte inmunidad a corto plazo (en torno a seis meses) y puede inyectarse en repetidas ocasiones. La Fase III empezó a finales de noviembre de 2020 y aún no tenemos datos sobre su eficacia.

BBIBP-CorV (Sinopharm, China)

Desarrollada por el Instituto Pequinés de Productos Biológicos a partir de virus inactivados, se alió rápidamente por el laboratorio estatal chino Sinopharm para, siguiendo el modelo Oxford/AstraZeneca, asegurar el desarrollo de los ensayos clínicos y garantizar la producción.

Aunque no se han publicado aún los resultados de la Fase III, el Gobierno chinoha anunciado en variasocasiones que ha alcanzado una eficacia de entre el 79,34% y el86%. Algo que, para una vacuna desarrollada con esta tecnología en tan poco tiempo, sería una excelente noticia.

Otras vacunas

Hay al menos tres vacunas más que están aprobadas con uso limitado: dos chinas (la Sinovac y la Sinopharm-Wuhan) y una india (Bharat Biotech). Las tres usan virus inactivados ylos resultados son, por lo que sabemos hasta ahora, muy modestos. Por eso no las hemos incluido entre las siete grandes vacunas actuales.

Por otro lado, la vacuna basada en adenovirus de Johnson & Johnson y la de proteínas de Novavaxavanzan a un ritmo muy aceleradoy se espera que estén listas para su distribución y comercialización en Europa a lo largo de la primavera.

Imagen | Hakan Nural